La ciencia puede cambiar el mundo y aún parece que no nos hemos dado cuenta; los investigadores han creado una vacuna contra un virus nuevo en menos de un año.
¿Por qué? Es bien sencillo; porque los países han destinado los recursos necesarios para ello; ante esta situación, surge otra pregunta: ¿por qué no se ejecuta esta misma opción para luchar contra otras enfermedades?
Ésa es la gran cuestión del millón que, ojalá despeje esta pandemia, que puede haber cambiado la perspectiva de muchos gobiernos a la hora de invertir en ciencia, en investigación.
Así lo demanda el investigador del Ibsal, profesor de la Usal y jefe de cirugía torácica del hospital de Salamanca, Marcelo Jiménez, quien analiza, en su labor de científica, lo que se debería hacer para que más proyectos saliesen adelante en beneficio de la humanidad.
¿En qué proyectos de investigación trabaja su equipo en la actualidad?
Hay varias líneas de desarrollo, pero una línea importante era evaluar el riesgo de la cirugía e identificar los factores que hacen que los pacientes puedan tener una complicación y así evitarlos. Es una línea constante de investigación para extremar al máximo las precauciones.
Se trata de un proyecto que se desarrolla con otros centros europeos y que ha hecho que nuestro grupo de trabajo sea conocido en el ámbito internacional.
En este sentido, también hemos iniciado trabajos en diseño y planificación de técnicas de impresión en 3D. Fuimos los primeros en desarrollar una prótesis impresa en titanio con 3D para sustituir la coja torácica en un proyecto desarrollado con una empresa de Australia, siendo el primer caso a nivel mundial. Incluso hubo una serie, Anatomía de Grey, que usó esta misma técnica.
¿Hay alguno más reciente y con otros objetivos?
Sí, hemos incorporado el estudio de técnicas de identificación de lesiones pulmonares con los ganglios, usando una tecnología de infrarrojos, que detecta la fluorescencia introduciendo una sustancia que puede localizar nódulos e identificar los ganglios centinela para los tumores de pulmón. Ahí seguimos trabajando para identificar esos ganglios centinelas y poder anticiparnos.
Este procedimiento también se usa en la mama inyectando una sustancia radioactiva, y lo que hace es detectar el primer ganglio en el que hay actividad en la axila; así, podemos analizar esos ganglios e identificar en qué situación está el tumor.
Se trata de una ayuda para poder saber si hay metástasis o no en los ganglios; en el caso del pulmón, ocurre algo parecido, con el fin de estar seguros de si hay metástasis en los ganglios o no; todo ello, facilitaría mucho y acortaría tiempos, evitando mayores dificultades.
¿En qué consiste su colaboración con el CNIO?
Mantenemos una colaboración con el CNIO (Centra Nacional de Investigaciones Oncológicas) y le damos apoyo a un proyecto de Mariano Barbacid, haciendo un análisis de un tipo concreto de cáncer de pulmón en el que se buscan dianas para poder tratarlos de una manera más eficaz; nuestro objetivo es identificar esos tumores y llevarles las muestras para que sigan desarrollando sus investigaciones.
¿Qué les aporta el Ibsal a los investigadores?
El Ibsal nos ayuda mucho a los investigadores, y más a los que somos también clínicos; nos dota de una infraestructura que nos vale para poder realizar la investigación y sin este centro sería una quimera poder acceder a proyectos y disponer de la financiación y poder gestionarla. El Ibsal es imprescindible, igual que la Universidad, con un papel importante, aunque son muy pocos proyectos los que se pueden financiar de todos los que se presentan. Igual de cada tres se financia solo uno y los que no logran financiación es porque no hay fondos para ello, no porque sean menos importantes. Se podrían hacer el doble o el triple si hubiese más apoyo económico para colocarnos al nivel de otros países de Europa; igual se deja de financiar un proyecto que es muy positivo…
¿Por qué España no apuesta de una manera decidida por la investigación?
Es un tema de cultura, de ‘cortoplacismo’; en España hubo un momento en el que se decía que la investigación era para otros, incluso se llegó a ridiculizar a los países que se dedicaban a la investigación. Vivimos en el corto plazo y en España no habrá futuro sin investigación.
Aunque parezca obvio, para poder investigar hacen falta investigadores…
Mira, pasa una cosa; esto es como el campo. Si está bien abonado, las plantas crecen y se desarrollan del modo correcto. Por ello, si hay buena financiación y estructura y buenos investigadores, los proyectos saldrán adelante; pero, si no hay inversión habrá muy pocos proyectos que puedan salir adelante. Es la base para poder crecer, el abono para este campo; España tiene buenas instituciones para poder hacer bien las cosas.
¿Cómo valora el funcionamiento del Ibsal?
En el área biomédica, que es lo que yo conozco, el Ibsal es uno de los centros más importantes de todo el país, al nivel de otros situados en Barcelona o Madrid. Estos institutos necesitan volver a acreditarse cada cierto tiempo y la prueba aquí se ha pasado con nota. Se mide el nivel de los proyectos, la calidad de los resultados y las publicaciones que hacen los investigadores. Y el Ibsal tiene un gran volumen, de los mejores de España, pero podríamos mejorar, claro está, con más medios y trabajando en red.
¿Servirá la pandemia para que los gobiernos se den cuenta de la importancia de invertir en investigación?
Estoy convencido de que la pandemia nos ha demostrado que si se apuesta por la investigación se pueden obtener resultados muy buenos para la humanidad en poco tiempo; y esa prueba fehaciente puede convencer a mucha gente. Si la maquinaria está bien alimentada, los resultados en salud son espectaculares y si ha creado una vacuna contra este virus, ese modelo se puede repetir para otras enfermedades; creo que es fundamental.
1 comentario en ««Se ha creado una vacuna contra este virus, ese modelo puede repetirse para otras enfermedades»»
La respuesta es facil, porque la sociedad tiene otras prioridades