Su DNI, que no su fútbol, marca 38 primaveras; cuando algunos llevan años retirándolo del fútbol, él se empeña en seguir siendo el mejor cada año.
Cuida su alimentación, el descanso y su físico y no comete excesos, por eso sigue siendo la seña identidad del Guijuelo y portando su brazalete más que nunca en esta campaña, la que no le hubiese gustado vivir nunca.
Lamenta el descenso de un club que lleva muy dentro después de 15 años en Segunda B y se señala a sí mismo y al resto de jugadores como los máximos culpables de un desastre que puede arreglarse en un solo año en el ‘infierno’ si se apuesta por hacer un Guijuelo profesional… sí, es Carlos Rubén, el Ingeniero que nunca falla.
Llega el último partido de una temporada para olvidar; ¿qué sensaciones tiene ante este último momento?
Va a ser un partido con una sensación agridulce; nos vamos a poder despedir de nuestra afición como se merece después de 15 años en Segunda B, un play off de ascenso a Segunda y varias ediciones de la Copa del Rey… pero también estoy triste por cómo ha ido todo esta temporada y creo que hay que despedirse con una victoria y de la mejor manera posible.
¿Por qué ha sido todo un desastre?
Hemos cometido muchos errores; los fichajes que se han hecho fueron muy buenos, con jugadores de nivel, pero dentro de todo esto, la plantilla no se ha compenetrado bien y no hemos hecho un buen equipo, compacto y unido; quizá ése ha sido el mayor error.
También creo que el covid nos ha hecho mucho daño, con un calendario de siete partidos en muy poco tiempo, algo que nos llevó donde estamos ahora. También llegó el cambio de entrenador esa semana y no pudimos trabajar con él de una manera más cómoda y con una semana por delante hasta que no se terminó ese maratón de partidos. Prácticamente era partido, recuperación y activación para el siguiente, apenas pudimos hacer nada más.
¿Qué grado de culpa tenéis vosotros, los jugadores?
Igual que pienso que a los entrenadores los hacen buenos los jugadores, los máximos responsables de lo que nos ha pasado somos nosotros, no hay otra. No hemos hecho un equipo compacto porque individualmente somos muy buenos; no hay que mirar para otro lado y sí hacia la plantilla. Es algo que le debe quedar claro a la gente y a cada uno de nosotros.
¿Y los entrenadores?
Jacobo Montes pudo confeccionar la plantilla junto a Astu y no salió bien la cosa como otras veces; hay temporadas en las que intentas hacer lo mejor posible y sale mal, ya está. Luego llegó Chuchi, en una gran oportunidad para él, y se encontró un equipo ya hecho y con problemas, pero él intentó adaptarse lo mejor posible. Sus números dentro de lo que hay y tras ese maratón de partidos son buenos y no ha podido trabajar como le hubiese gustado.
El director deportivo también tiene su cuota de culpa, ¿no?
Junto al entrenador, es el encargado de hacer la plantilla y es responsable de lo que ha pasado en ese sentido, claro. Pero repito lo que dije antes, somos los jugadores los actores principales y no hemos sabido hacer una buena obra.
¿Hay jugadores que no han dado el nivel?
Claro, sin ninguna duda. Algunos venían a ser importantes en esta temporada y no ha sido así por diferentes motivos; también es verdad que si la dinámica del equipo no hubiese sido tan mala, el resultado no hubiese sido éste. Al final, esto merma a todo el mundo y los que llegaron para dar un paso adelante, al final no lo hicieron.
¿Hubiese descendido el Guijuelo de haber sido una temporada con un formato normal?
No sé si hubiésemos bajado o no, pero hubiésemos tenido mucho más margen de mejora. Casi han sido todos nuestros partidos una final y en una temporada tan corta, puedes descender muy pronto y eso afecta mucho más que en una temporada larga, donde prima la regularidad. Este año, con una racha bueno de 4-5 partidos ya te metías arriba y tenías un colchón de puntos… creo que con 38 jornadas, todo se hubiese reconducido.
¿Es tu peor año deportivo…?
Sí, la verdad, pero lo comparo con el año del Eibar cuando descendí de Segunda a Segunda B; era un club humilde de la categoría y fue duro porque era un equipo de un pueblo luchando contra las capitales, como le pasa al Guijuelo. Hemos hecho años muy buenos y duele mucho llegar así al final. Retirarme con un descenso, me dolería mucho.
¿Será tu último partido de tu carrera deportiva?
Al final de otras temporadas siempre sabía que no iba a ser mi último partido, pero este año no lo sé. Tienen que pasar algunas cosas para que siga jugando y sé que tengo 38 años y si no es aquí en Guijuelo, es muy difícil hacerlo en otro sitio porque los equipos miran mucho el DNI. No sé qué pasará, tengo ganas de seguir jugando al fútbol, pero no depende de mí.
¿Seguiría en el Guijuelo en la 3ª RFEF?
Me gustaría seguir, sí, no me importaría jugar en 3ª RFEF; pienso que quedarse aquí o jugar en esta categoría no es un paso atrás porque hay muchas formas de incentivas a un jugador para estar la próxima temporada. Se tiene que hacer un equipo profesional que entrene por las mañanas e intentar ascender en una sola temporada. Un año pasa volando y yo ya jugué con el Extremadura en Tercera teniendo otras opciones; el fútbol hoy en día está muy complicado.
¿Cómo valoras la actuación de la directiva?
Yo estoy al margen de lo que pasa ya que no me compete; yo soy un empleado del club. Pero hablo con aficionados del Guijuelo porque siento al Guijuelo muy dentro y me duele la incertidumbre que se crea, pero quiero pensar que se está trabajando para reconducir esta situación y devolver al club donde se merece.