Los detractores del parking de Garrido forzaron este lunes la paralización, al menos hasta el martes, de la poda de los árboles del parque en cuyo subsuelo se pretende construir el aparcamiento. Horas antes, la asamblea pedía al Ayuntamiento diálogo para tratar de encontrar una salida al conflicto.
Un grupo de activistas se presentó por la tarde en la puerta de acceso al parque ya vallado, para impedir la entrada de los trabajadores del vivero encargado de podar los árboles, un trabajo previo a arrancarlos.
Tras unos minutos de incertidumbre llegó la Policía, que se encontró a los activistas (una treintena) sentados ante la puerta, impidiendo el paso.
La empresa dijo que se marchaba de allí si le dejaban sacar las máquinas del parque, para evitar sabotajes, y cuando se abrió la puerta para sacar las tres máquinas, uno de los activistas aprovechó para subir a la araña (la pirámide) del parque. Allí permaneció encaramado varias horas.
El martes
Este martes está previsto que se reanude la poda, si no se producen alteraciones.
Mientras esto sucedía por la tarde, por la mañana la asamblea contra el parking de Garrido pedía diálogo al Ayuntamiento, e invitaba a la asociación de vecinos del barrio, Navega, a participar en la búsqueda de una solución que no sea construir el aparcamiento en el subsuelo del parque.