Una veintena de ovejas y un carnero de raza castellana de cinco meses de edad disfrutan de las amplias instalaciones adecuadas por el Ayuntamiento de Trescasas para su rebaño municipal, “con todos los extras”.
Ical.- Este pueblo segoviano conecta con su historia para acometer un proyecto educativo y medioambiental de regreso al desbroce natural y ecológico de las fincas. Estas “novatas” pronto se convertirán en auténticas ‘ovejas bombero’.
Trescasas, a pocos kilómetros de la capital, cuenta con una larga tradición relacionada con la trashumancia y el esquileo. “En Trescasas y Sonsoto estaban las tres casas de esquileo más importantes del entorno de las que se conservan parte de sus ruinas. Un sitio que se eligió por su orografía, a tan solo seis kilómetros de la fábricas de paño de la capital y junto a la Cañada Real Soriano Occidental”, recuerda el alcalde del municipio, Borja Lavandera.
Con estos destacados mimbres históricos, surgió la idea antes de la pandemia, entre concejales y vecinos, para crear una feria del esquileo, rememorar la historia del pueblo y contársela a los jóvenes. En principio, la propuesta era llevar un rebaño de ovejas para ver en directo cómo se esquilan, pero la idea se fue tornando. “Por qué no comprar nuestro propio rebaño y así no tener que pedir favores a nadie. Además de contar nuestra historia a través de un proyecto educativo y para hacer un desbroce natural y ecológico en las fincas municipales”, detalla Borja Lavandera.
Una pata de esta iniciativa es el proyecto educativo con el colegio y la otra lo que ya se conoce, por otras iniciativas repartidas por varias comunidades españolas, como ‘ovejas bomberos’ que van dejando todo limpio, gracias a su apetito, donde hay hierba verde. En las zonas urbanas de Trescasas, los terrenos están más controlados mientras que las zonas más rústicas son las que necesitan más cuidados y medios. Mantener estas zonas limpias será el objetivo de este singular rebaño.
Las 20 ovejas y el carnero de raza castellana tienen cinco meses de edad. Llegaron hace unos días a Trescasas procedentes de Espirdo, a tan solo once kilómetros de distancia. El Consistorio llegó a un acuerdo con un pastor que todavía tiene un rebaño bastante grande. Las recién llegadas se han tenido que aclimatar al que ya va a ser su hogar, aunque ya han tenido ocasión de dar su primeras incursiones en la finca de 4.500 metros cuadrados, que cuenta “con todos los extras para ellas”.
Van a estar muy a gusto, eso está fuera de toda duda. Con una caseta para que estén resguardadas de las inclemencias, con comida en abundancia y bajo la atenta mirada de los concejales y los operarios municipales de Trescasas. En las próximas semanas, irán ganando protagonismo y de cara al año que viene, con el aumento de su apetito, asumirán más tareas. También irá creciendo la familia, con los nacimientos que se puedan producir durante este invierno.
La prevención de los incendios es tarea de todos y este rebaño municipal forma parte, con otro tipo de herramientas, para crear conciencia. “Una ayuda útil para conservar los pastos, que estén lo más bajos posibles y evitar cualquier percance”, señala Borja Lavandera, gracias a este recurso natural. Una idea con “orgullo rural y por nuestra historia”.
Las ovejas, de raza castellana, están geolocalizadas para que siempre siempre bajo control. La inversión no es elevada pero tampoco está presupuestada, de momento, con una partida concreta. La adquisición de los animales no llega a los 2.000 euros y se hará frente a las cuestiones cotidianas que puedan ir surgiendo. Cuando el rebaño sea más grande y sea necesario contratar a una persona, sí se dotará de un presupuesto específico.
Cultura pastoril para los escolares
En Trescasas, han escuchado a sus mayores. “Esos sabios que saben bien de que va todo todo esto, cómo se ha hecho toda la vida”, afirma su alcalde. La flamante cuadrilla forestal ovina ha causado una gran expectación mediática. Ellas, que aún son “muy novatas”, ajenas a su fama, tienen por delante un calendario de trabajo y también darán los primeros pasos de su segunda misión, el contacto directo con los escolares del CEIP ‘Las Cañadas’.
En pocas semanas, los alumnos del cole tendrán la ocasión de estar con las ‘ovejas bombero’ y su primera misión es fácil de adivinar: ponerles nombre. Así lo confiesa Borja Lavandera, las ovejas y el carnero aún no tienen nombre porque van a ser los escolares quienes disfruten de ese privilegio. Será unas primeras tomas de contacto porque los plazos que manejan es poner en marcha el proyecto educativo como tal con el rebaño municipal para el curso escolar 2021-2022.
Trescasas llegó a tener hasta 30.000 cabezas de ganado ovino, datos que las nuevas generaciones aprenden sin mayor problema. Están muy bien informados y responden con total soltura, asegura Borja Lavandera, a las preguntas que les formula sobre el nuevo rebaño de jóvenes ovejas que ha llegado al público. Saben que su misión es ayudar, que van a limpiar los campos.
Este pueblo segoviano mira a su pasado para ponerlo en valor. Retazos de historia muy relevantes, ya que “las vías de tránsito o cañadas de ganado para la trashumancia, principalmente lanar, han supuesto para Trescasas, por su posición geográfica, el eje principal donde ha girado la vida y ocupación de sus habitantes durante siglos”. En pocas palabras, en Trescasas se ubicó “el mayor complejo lanero de toda la Vera de la Sierra. Fue uno de los enclaves laneros más importantes de la red de cañadas de Castilla”, como se recoge en la web del consistorio.