El Ayuntamiento de Soria presentó la nueva pintura rupestre localizada en el conjunto rupestre de Valonsadero y cuya importancia radica en la aparición de unas manos, algo poco habitual. El historiador, Juan Antonio Gómez Barrera, explicó la «excepcionalidad del hallazgo» y señaló que la nueva pintura se asemeja al resto, pero es «excepcional» porque en el abrigo aparecen tres manos.
Ical.- «Esto no quiere decir que no haya habido más pero es la primera vez que se ven», indicó para reseñar que las manos halladas sólo se encuentran en seis u ocho enclaves de la Península Ibérica.
El historiador recordó que gran parte de los edificios de Soria, como el Palacio de los Condes de Gómara -sede judicial- e incluso la antigua cárcel, fueron construidas con rocas del monte Valonsadero de manera que es posible que en el proceso de extracción de las rocas se perdieran varios abrigos.
«Si nadie se dio cuenta de que había pintura hasta 1951 es evidente que muchas de la extracción de los abrigos pudieron llevarse restos pictóricos», destacó. Gómez Barrera detalló que en toda la Península Ibérica hay 2.000 estaciones parecidas a las de Valonsadero pero solo en ocho ocho hay manos dibujadas.
Fue la guardesa de Valonsadero la que encontró la pintura y remitió unas fotografías al historiador. Valonsadero cuenta ya con 36 abrigos con pinturas rupestres esquemáticas, un conjunto reconocido desde 1994 como Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica.
Esta dehesa boyal y espacio natural tan cercano a Soria, es uno de los núcleos de arte prehistórico más notable del viejo continente. Estas Pinturas Rupestres de Valonsadero fueron dadas a conocer por Teógenes Ortego en 1951.
Las manifestaciones artísticas de Valonsadero, y las que en su entorno aparecen, se ajustan en sus características generales, al conjunto de la pintura rupestre esquemática, asociada a las primeras sociedades agro-ganaderas y metalúrgicas del Calcolítico- Edad del Bronce (3000-2000 a.C.).