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Opinión

De Monterrubio a Auckland

La exposición de la sede de la Usal en Auckland, Nueva Zelanda.

 

[dropcap]P[/dropcap]ronto cumplirá 10 años mi primera y única exposición en el extranjero, una muestra fotográfica colectiva, en Auckland, Nueva Zelanda, con algunos de los mejores fotógrafos salmantinos del momento, a la que fui invitado por María Jesús Fernández Rojo.

Fue en 2011 cuando Fernando Márquez me propuso exponer en las fiestas de agosto de Monterrubio de la Armuña, yo apenas llevaba un par de años con la afición a la fotografía, utilizaba una maquina Panasonic Lumix FZ38 que me regalo mi hermana Paloma, con la que disparaba a diestro y siniestro a todas las horas del día.

Llenaba carpetas y discos duros como quien no sacia la sed, empezaba a descubrir el mundo de Internet, aunque no fui mas allá de mi primer Facebook y un blog en red llamado Aminus tres. En concreto mi blog se llamó Melocotón Animus tres, creo que conseguí darlo de baja hace ya bastante tiempo, pero vaya Ud. a saber.

Mis fotografías empezaron a ser compradas a precio de hermano por mis hermanas, ya sabéis, yo pedía diez y ellas me ofrecían veinte, las colgaban en sus casas o las regalaban a sus amistades si tenían ocasión en alguna efeméride, aunque nunca pude confirmar si sus amistades también las colgaban en sus casas.

Llegado agosto de 2011, Fernando Márquez me pidió hacer mi primera exposición en las fiestas de Monterrubio de la Armuña, había visto mi blog y creía que podía encajar, por aquello de darle un punto cultural el fin de semana de las celebraciones.

Tuve dudas, me daba un poco de vergüenza, algo que he comprobado en sucesivas exposiciones que no se cura con los años y además la pregunta de siempre ¿Qué hago con tanta fotografía cuando termine la exposición? Si mis hermanas ya no tienen hueco en la pared y sus amigos ya no las invitan a las efemérides.

Fernando insistió un poco más y al final dije que si, lo primero que le pedí fue ver el espacio donde iba a exponer, me acerque al pueblo y el alcalde me mostró un espacio nuevo a las afueras de la localidad, ideal para exponer, totalmente acristalado lo cual dejaba libre solo una pared para colgar la exposición, ahorraría costes al ser un muestra breve.

Pero cual fue mi sorpresa cuando me llamaron al poco tiempo para pedirme que expusiera en una sala de la Casa Consistorial, porque posiblemente iría mas gente al estar mas céntrica que el nuevo espacio cultural.  Me acerque a ver la sala y de repente la exposición se multiplico por cuatro, por cuatro paredes, pase de encargar quince fotografías a sesenta.

La exposición de la sede de la Usal en Auckland, Nueva Zelanda.
La exposición de la sede de la Usal en Auckland, Nueva Zelanda.

El día de la inauguración de la exposición Mi Desván, fueron un montón de personas que llevaron mas personas, casi todas de Salamanca, empecé con un discurso atropellado y continúe dando infinidad de vueltas a la sala para explicar cada fotografía. La de historias diferentes que se pueden contar de una misma imagen, cuando te repites tantas veces.

Entre las asistentes estaba Maribel de la Nava acompañada por sus amigas Belén y Mª Jesús, que ya conocía,  ésta última me comento que su hija estaba destinada en Auckland (Nueva Zelanda), para inaugurar y dirigir una sede de la Usal y que le gustaría decorarla con imágenes de Salamanca.

Dado que ella conocía a algunos fotógrafos salmantinos, estaba proponiéndoles que donarán algunas fotografías para decorar la sede y a cambio se haría una exposición el día de la inauguración. Me ofreció participar en esta causa colectiva y no dude, le pedí que eligiese a su gusto y de esta manera selecciono seis fotografías para llevar a Auckland.

Creo recordar que en octubre o noviembre de 2011 se inauguro la sede de la Usal en Nueva Zelanda, con la muestra colectiva de fotografía salmantina, entre las cuales se encontraba una breve selección de mi primera exposición en Monterrubio de la Armuña dos meses antes, le pedí a la Usal que me enviara alguna imagen de la inauguración como recuerdo, encontré estos archivos el otro día y me pereció bonito recordar esta historia.

El Blog de Pablo de la Peña, aquí.

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