Despejado el camino hacia su reelección como presidente del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco no ha conseguido todavía encauzar tres de los siete congresos provinciales del partido pendientes de celebrar, dos de los cuales, los de Salamanca y Soria, ni siquiera han sido convocados. El tercero es el de León, donde dos candidatos, uno de cuerda de Pablo Casado y otro en la órbita del presidente autonómico, se disputan la presidencia.
El armisticio alcanzado entre Génova y María de Molina (sede regional del PP) ha llegado tarde para León, donde el PP carece de un liderazgo sólido desde el asesinato de Isabel Carrasco, hace de ello ya más de 7 años. El senador y alcalde de Almanza, Javier Santiago Vélez, casadista de pro, y el alcalde de Villaquilambre y ex procurador Manuel García son los candidatos en liza.
El primero propone como secretario provincial a David Fernández, ex presidente de NN.GG. de León y hombre muy próximo a Antonio Silván. (Santiago Vélez y Silván las tuvieron tiesas cuando en 2019 compartieron lista al Senado, pero ahora, en una de las habituales fintas dentro del PP leonés, son aliados de conveniencia). El segundo cuenta con el respaldo del presidente comarcal del Bierzo, Raúl Valcarce, lo que no ha impedido que su contrincante le haya superado en la recogida de avales entre los afiliados bercianos.
La comisión organizadora del congreso ha proclamado a ambos candidatos. Santiago ha acompañado su candidatura con 2053 avales y García con 383, ambos muy por encima de los 75 requeridos. Sin embargo, lo de los avales puede resultar equívoco si se repasa lo ocurrido en los últimos procesos congresuales.
En 2017, cuando se convocaron las primarias autonómicas disputadas por Mañueco y Silván, el PP de León afirmaba tener 13.350 afiliados. Sin embargo, tan solo 719 estuvieron al corriente del pago de las cuotas exigido para participar en la votación, cifra que se elevó 896 en el congreso provincial celebrado unos meses después. Por lo tanto, es de prever que gran parte de los avalistas de ahora, probablemente dos de cada tres, no se pondrán al corriente de pago para poder votar. Y ello sin contar que el candidato alfonsista ha denunciado 400 nuevas afiliaciones de aluvión presuntamente irregulares. Dicho todo lo cual, tampoco habría que descartar un posible apaño de última hora que evite la confrontación de ambas candidaturas en las urnas.
El armisticio también ha llegado tarde a Salamanca, donde Génova había lanzado hace meses una candidatura afín contraria a la dirección que desde 2008 encabeza Javier Iglesias, a la sazón presidente de la Diputación Provincial. Los llamados “díscolos” (para “La Gaceta Regional” lisa y llanamente los “desleales”) no se apean del burro, como tampoco lo hace Iglesias, quien solo por ser el responsable directo de la presunta financiación irregular del PP salmantino investigada judicialmente merecería un largo y placentero descanso en Ciudad Rodrigo. Ni Pepe Gotera y Otilio habrían sido capaces de superar semejante chapuza.
Los vetos cruzados entre ambas facciones han impedido hasta ahora el acuerdo. Además de vetar a Iglesias, los “díscolos” tampoco aceptan como presidente al actual secretario provincial y alcalde de la capital, Carlos García Carbayo, a quien no perdonan que les haya afeado la incongruencia de descalificar a una dirección provincial de la que forman parte. Por su parte, a los de Mañueco y a Mañueco mismo les produce urticaria la ex vicepresidenta de la Diputación, Chabela Torres, que despierta demasiados fantasmas familiares. Tampoco les gusta el senador Bienvenido de Arriba, cónyuge la gerente provincial, y el otro notable, Salvador Cruz, portavoz adjunto del grupo popular de las Cortes, malamente puede personificar la renovación habiendo sido secretario provincial ya en la etapa de Julián Lanzarote.
Todo ello hace que la situación se haya enquistado y el congreso siga pendiente de convocar. Tampoco se ha convocado el de Soria, donde la actual presidenta, Yolanda de Gregorio, nombrada a dedo por la actual dirección autonómica, aspira a ser refrendada por los afiliados. Ya veremos si con la aquiescencia del sector casadista, cuya principal cabeza visible es Tomás Cabezón, diputado del Congreso.
El cese de las hostilidades internas entre Génova y María de Molina ha propiciado el continuismo en Zamora (otrora feudo de Fernando Martínez Maillo), Palencia y Segovia, donde la renuencia del presidente de la Diputación y secretario provincial del partido, Miguel Ángel de Vicente, a dar un paso adelante ha propiciado la reelección de Paloma Sanz, la presidenta vicaria del secretario regional, Francisco Vázquez. Por último, en Burgos, tras un fallido intento de postularse por parte del consejero de Presidencia, Ángel Ibáñez, se ha impuesto la lógica y el portavoz del PP en la Diputación, Borja Suárez, relevará en la presidencia del partido al amortizado César Rico. Suárez lleva como secretario provincial al procurador Alejandro Vázquez, opción que apacigua al PP comarcal de Aranda de Duero, que se ha venido sintiendo ninguneado por la dirección saliente.
1 comentario en «Focos de resistencia a la unidad interna del PP»
¿Cuáles son los fantasmas familiares, que según el artículo, despierta Chabela en Mañueco? ¿Y por qué la ex Vicepresidenta le produce urticaria? Luego en otro medio pregunto por el paradero de Mañueco en las fiestas charras y alguien responde que busque en una juguetería.