[dropcap]H[/dropcap]ay años que se recuerdan toda la vida, al igual que hay personas que marcan para siempre. Este año será el de las mascarillas en clase, donde los ojos ‘hablaban’.
Este viernes han hablado más que nunca en los patios de las Siervas de San José y en el plaza de San Román. Se han visto ojos emocionados de alumnos, de profesores, de padres. Ojos que contaban mil y una anécdotas; Ojos que expresaban gratitud, por las mil y una vez que Mari Paz abrió y cerró la puerta del colegio, pero sobre todo las miles de veces que dio la mano a los pequeños para salvar los peldaños físicos y a los mayores para sortear los figurados.
Mari Paz dice adiós a la portería de las Siervas de San José después de una vida ‘puntual’ y sus niños, compañeros y padres le han dado las gracias con un sonoro aplauso y un grito unánime: ¡Mari Paz!.