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Empieza la batalla por el fin de las mascarillas

La Junta quiere regular por su cuenta el final de su uso y el Gobierno espera que sea “uniforme" en todo el país
gente estampida
La calle Toro el 20 de febrero, todos con su mascarilla.

La Junta de Castilla y León seguirá recomendando el uso de la mascarilla en espacios abiertos pese a la propuesta del Ministerio de Sanidad de “flexibilizarlo”, dejando de ser obligatorio en exteriores siempre que se mantenga una distancia de, al menos metro y medio. Una medida que la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, pidieron que se pudiera “modular” por parte de las comunidades con alta incidencia, pero el Gobierno decidió este jueves que será común para todo el país.

 

Ical/Servimedia.- Casado comunicó en la rueda de prensa del Consejo de Gobierno, la decisión trasladada el miércoles  por la ministra de Sanidad a los consejeros de las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud, que además de incluir que la mascarilla dejará de ser obligatoria en exteriores con distancia de al menos un metro y medio, sí lo será en espacios cerrados, en medios de transporte público y en eventos multitudinarios donde el público esté de pie, o sentado con menos de metro y medio de distancia.

No será obligatoria, sin embargo, en aquellos recintos al aire libre donde se garantice que los asistentes, siempre que estén sentados, mantengan una distancia de más de metro y medio. Además, en las residencias donde más del 80 por ciento de los residentes estén vacunados, no será obligatoria para ellos, si bien los trabajadores y los visitantes deberán portarla.

“Estamos de acuerdo con el fondo pero no con la forma en que se ha comunicado la norma, porque fue trabajada por la ponencia de alertas pero no se respetó el normal funcionamiento de pasar por la Comisión de Salud Pública y después por el Consejo Interterritorial de Salud”, señaló Casado, que además reveló que algunas comunidades consideraron la decisión “algo precoz” porque los datos “no nos sitúan aún en normalidad” y porque la vacunación “no ha alcanzado el 50 por ciento”.

También apuntó la consejera de Sanidad que algunas comunidades, entre las que se encuentra Castilla y León, solicitaron que “se tuviera en cuenta el documento de la ponencia de alertas del 9 de junio para que las comunidades pudiesen modular esta situación en los municipios donde se detectara una alta incidencia”, sin obtener respuesta del Gobierno que ha llegado hoy en forma de negativa durante una rueda de prensa.

“Supongo que Andalucía, que tiene una incidencia de más de 150 casos por cada 100.000 habitantes, no estará conforme”, expresó la consejera de Sanidad de la Junta, que reconoció que aunque entre los jóvenes y, en general, “todo el mundo tiene ganas de normalizar” desprendiéndose de las mascarillas, hizo un llamamiento especial al primer colectivo para que “sigan manteniendo la mascarilla siempre que haya aglomeraciones y en espacios cerrados”.

“Entrar en un pub y quitarme la mascarilla no se debe hacer porque los contagios están ahí y los jóvenes también pueden sufrir una enfermedad grave”, relató la consejera, que recordó como hace poco “una mujer de 38 años murió por una miocarditis provocada por el COVID”, por lo que reiteró su llamamiento a “intentar mantener el cuidado lo más posible”.

“Cambios de actitud” del Gobierno

El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, mantuvo la misma postura que la consejera de Sanidad, reiterando la recomendación del Gobierno autonómico de mantener la mascarilla “en eventos multitudinarios y fiestas”, afirmando además que “en función de cómo evolucione la incidencia, y si tenemos algún foco, tomaremos decisiones y haremos las recomendaciones precisas municipio por municipio”.

En todo caso, Igea fue especialmente crítico con el Gobierno de España por tomar la decisión de manera unilateral y reclamó “normas homogéneas pero que se adecúen a la situación epidemiológica”, por lo que confesó no entender “estos cambios de actitud” del Ejecutivo central de “no permitir que, de acuerdo a la incidencia, las comunidades la puedan modular”.

Uniforme en todas las regiones

Por su parte, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, mostró su confianza en que el desarrollo del real decreto-ley que establece el fin del uso obligatorio de la mascarilla al aire libre sea “uniforme y homogéneo” en todas las comunidades autónomas.

Lo dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que aprobó el real decreto-ley que establece, entre otros aspectos, que este sábado deje de ser obligatorio llevar mascarilla al aire libre siempre que se pueda guardar la distancia interpersonal mínima de un metro y medio.

Algunas comunidades autónomas, como Andalucía, Castilla y León, Cantabria y País Vasco han mostrado su renuencia a esta decisión considerándola “precipitada”, y prefieren esperar a que los datos de incidencia de la pandemia estén en unos niveles más bajos de los actuales.

Ante esta situación, la titular de Sanidad comentó que “en esta pandemia entramos todos juntos y saldremos todos juntos”, lo que le dio pie recordar que las medidas que establecían la obligatoriedad del uso de las mascarillas constituyeron un “elemento igualitario” en todo el país, por lo que “debería ser así” en lo referido a su retirada.

Por ello, creyó conveniente transmitir un “mensaje de certeza a la ciudadanía para que el tratamiento de la mascarilla sea uniforme y homogéneo en todo el territorio español”.

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