[dropcap]E[/dropcap]l Teatro Liceo volvió a vestirse de gala y a recuperar las grandes tardes culturales. En esta ocasión, para recibir a un nuevo miembro dentro del Centro de Estudios Salmantinos, institución fundada hace casi siete décadas.
Isabel Bernardo, una de las intelectuales de nuestra ciudad y una de las más estudiosas de la gastronomía charra, ha ingresado en el Centro de Estudios Salmantinos con un discurso de lo más dulce, con una disertación en profundidad sobre el bollo maimón, el bizcocho con el que se celebraban las grandes ocasiones en nuestra tierra. No había boda que se preciara que no tuviera como dulce nupcial este rico postre, cuyos ingredientes son almidón, azúcar y huevos. Sencillo, ¿verdad? Pues como la idiosincrasia del carácter de esta tierra, tiene mucha miga, nunca mejor dicho.
El bollo maimón requiere tiempo, energía, paciencia, excelentes ingredientes y cocción lenta. Tiempo para batir los huevos junto con el azúcar y cuando esta mezcla se ha convertido en crema, poco a poco se le añade el almidón, mezclado no batido, -casi, casi como el Dry Martini de James Bond-, licencias cinematográficas al margen, es conveniente que el molde sea de cobre y que se unte con manteca de cerdo -el aceite se escurre-. El último paso para que el bollo maimón sea esplendido es la cocción, ésta tiene que ser lenta y a media temperatura. Hay que tener paciencia, porque en el horno debe estar como una hora.
Todos esos ‘componentes’ son también los que han tenido en cuenta los miembros del CES para incorporar a Isabel Bernardo a sus filas, porque se ha preparado para dar lo mejor, sus ‘ingredientes’ son de excelente calidad en todas la materias, y llega para aportar el bagaje cultural y social que solo te da el tiempo.
Además, ingresa en el CES de la manera más dulce…
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