SEO/BirdLife reclamó este miércoles tolerancia cero frente al veneno, ante la muerte de 100 buitres en Monterrubio de Armuña el pasado 23 de junio, y que el martes se confirmó que fueron envenenados con carbofurano, una sustancia prohibida en España desde 2007.
Ical.- La organización lamenta estos hechos que afectan gravemente a la conservación de especies amenazadas como el buitre negro y otras especies protegidas como el buitre leonado, y advierte que desde la ONG se hará un seguimiento del suceso y, en caso de que se abriera un proceso penal por estos hechos, se personará para ejercer la acusación popular para que estos hechos no queden impunes.
El carbofurano, una sustancia de más de un siglo de antigüedad, se ha usado como fitosanitario para el control de insectos, ácaros y nemátodos de una gran variedad de cultivos, especialmente maíz, trigo, arroz, soja, patata, girasol, frutas (melón, uvas) y hortalizas, entre muchos otros. Es una sustancia que fue prohibida en la UE por una Decisión de la Comisión de 13 de junio de 2007, mediante la que decidió cancelar las autorizaciones de los productos que contienen carbofurano debido a los efectos provocados en la salud humana y el medio ambiente.
En diciembre de 2008 se cumplió el plazo para la retirada total del mercado de los productos a base de este agrotóxico. Durante el proceso de evaluación a que fue sometido el carbofurano se determinó que su uso supone un riesgo para las aves, mamíferos, organismos acuáticos, abejas, artrópodos no diana, lombrices de tierra y organismos no diana del suelo. Por tanto, la Comisión decidió no incluir el carbofurano en el listado de sustancias permitidas para su uso y comercialización como fitosanitarios y demandó a los Estados miembro que los productos a base de este plaguicida se retirasen del mercado y no se conceda ni se renueve ninguna autorización de productos fitosanitarios que contengan carbofurano.
Transcurridos 14 años desde su prohibición, el carbofurano sigue causando la muerte de ejemplares de fauna protegida. Según el informe “El Veneno en España”, en España entre 1992 y 2017, se ha confirmado la muerte por consumo de cebos envenenados con pesticidas de 21.260 animales, en un total de 9.700 episodios de envenenamiento.
Estos datos «constituyen únicamente la punta del iceberg de este problema, siendo la dimensión real del mismo mucho mayor ya que solo se detecta una pequeña parte de los casos totales, pudiendo estimar en unos 200.000 los animales realmente eliminados. De todos esos episodios de veneno, el carbofurano se utilizó en el 24 por ciento de los casos detectados, seguido por la estricnina (cinco por ciento), prohibida desde 1994, y encabezado por el aldicarb, con el que se envenena en el 40 por ciento de las ocasiones.
“Las administraciones públicas no pueden bajar la guardia frente al uso de veneno y la gestión de pesticidas obsoletos que aún siguen usándose ilegalmente ya que, como demuestra el caso registrado en Salamanca, un solo episodio puede tener un impacto severo en la conservación de especies protegidas”, según David de la Bodega, responsable del Programa Legal de SEO/BirdLife.
«Es necesario establecer sistemas de retirada de los fitosanitarios obsoletos, la aprobación de planes de acción específicos en las comunidades autónomas que aún no cuentan con ellos (Asturias, Illes Balears, La Rioja, Murcia y Euskadi); continuar con la formación en la investigación de este delito de agentes de la autoridad; mejorar la detección de casos mediante la creación de unidades caninas y consolidación de las existentes; reforzar el importante papel de los centros de recuperación de fauna para realizar los análisis correspondientes y garantizar la realización de análisis toxicológicos», concluye.