[dropcap]Q[/dropcap]ue el carril bici de Salamanca está hecho a cachitos es conocido, solo hay que subirse a una bicicleta y rodar para ver que en muchos tramos no tiene continuidad. Pero, hay veces que va un ‘golpe de pedal’ más allá y no tiene sentido.
Eso ocurre en la calle de la Avena, junto al puente sobre el ferrocarril, un carril bici de unos 50 metros de logitud. Desde el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca denuncian que es una de las calles menos adecuadas de la ciudad para la bici, por su fuerte pendiente y con difícil e improbable conexión con otros carriles-bici, «un cachito aislado que se quedará así, no sabemos por cuántos siglos. Su ejecución se ha realizado dentro del plan Tormes Plus».
En su salida hacia el norte, por la calle Lagar, tampoco resulta recomendable para las bicicletas por su estrechez y doble sentido de circulación. «Según el proyecto del Tormes Plus, estas calles iban a constituir un vial de convivencia para conectar Chamberí Sur con Salas Bajas que se ha quedado en agua de borrajas», revelan desde la asociación.
Calle Avena, aquí empieza el carril bici, superpuesto entre la acera y la calzada
Y aquí acaba, a 50 metros.
Por la estrecha calle del Lagar tendría que continuar el carril-bici,pero, salvo que se corte el tráfico, que no estaría nada mal, difícil será.
Fotos; Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.