El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado la XXIV Conferencia de Presidentes, que se celebrará, con carácter extraordinario, de manera presencial en Salamanca este viernes, 30 de julio. Será en el San Esteban, previa foto de familia en la Plaza Mayor.
La Conferencia de Presidentes es el órgano de máximo nivel político de cooperación multilateral entre el Estado y las 17 comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Es una reunión meramente informativa.
Desde su creación en 2004, la Conferencia se ha reunido de forma presencial siete veces, la última el 31 de julio de 2020, y durante el desarrollo de la Pandemia de la Covid-19 ha habido 17 reuniones telemáticas de la misma.
La cita en Salamanca llega cuando España vuelve a estar en situación de riesgo alto debido a la voracidad de la quinta ola de contagios, protagonizada por la cepa delta del coronavirus (la india) y los jóvenes como principal vector de transmisión y grupo de población afectado.
Solo el avance de la vacunación ha impedido que estuviéramos hablando de una situación mucha más trágica de las que hemos vividos desde marzo de 2020.
Los presidentes autonómicos (vendrán todos menos el catalán y el vasco es duda) también llega cuando cada comunidad autónoma combate la pandemia en su territorio por su cuenta (desde el inicio de la pandemia pidieron esa autonomía) y con medidas dispares, lo que da una sensación de cierto caos e improvisación.
Hay cuatro con toque de queda, medida que en otros territorios no han aceptado los jueces, que también han reclamado su cuota de protagonismo interpretando la misma situación de modo contrario en otra región y, en ocasiones, atisbándose cierta intencionalidad política.
En este contexto se verán las caras el presidente del Gobierno y los máximos responsables autonómicos de España, para hablar sobre el reparto de los fondos europeos que han comenzado a llegar, y el proceso de vacunación, fundamentalmente.
Un momento propicio también para que los presidentes autonómicos descontentos puedan decir ante Pedro Sánchez y sus homólogos que necesitan más vacunas en detrimento de los demás (como si no supieran que en España se reparten las que envía la UE) y cómo quieren que sea el destino de los fondos.