¡Ay mi Rocío!

Las portadas de las cuatro revistas del corazón coinciden, en mayor o menor medida, en sacar a Rocío Carrasco en ellas
Las portadas de las revistas del corazón.

[dropcap]I[/dropcap]sabel Pantoja debe de estar feliz en Cantora. Relajada y preparando su 65 cumpleaños que lo tiene a la vuelta de la esquina, tal que el domingo 2 de agosto. La tonadillera no tendrá tiempo suficiente para agradecerle a la única hija biológica de su amiga y rival, Rocío Jurado, lo que está haciendo por ella estos meses, porque desde que se emitió la docuserie: ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, de Mediaset, la cadena amiga se ha olvidado de ella.

Todos los espectadores son conocedores de que los programas de Mediaset encumbran y hunden por igual a sus personajes. Isabel Pantoja, entre ellos. La tonadillera tuvo que hincar las rodillas, ir a Supervivientes,… y todo para que le dieran un espacio de jurado en un programa de jóvenes talentos y pagar deudas contraídas o manejar los tiempos para que no se conociera tal o cual secreto.

Pero, una vez que la enaltecieron, la dejaron caer de la menara más vil, con su hijo y con la herencia de Paquirri como hilo de seda que aprieta con suavidad hasta sacar el último aliento al que se enreda en él.

Donde hubo fuego quedan rescoldos que dicen los viejos. Por eso, este miércoles, una de las revistas del corazón, Lecturas, ‘filial’ de todo lo que emite Mediaset, -entre sus escritores Jorge Javier Vázquez o Terelu Campos- saca en portada a Irene Rosales, nuera de Isabel Pantoja.

Irene Rosales ha dejado de colaborar en Viva la Vida, programa de Mediaset, y ahora, sin venir a cuento, o quizá sí, el tiempo lo dirá, se despacha muy solemne, la frase lo merece, que no perdonará otra infidelidad a Kiko. Esta días de lo que se ha hablado es de que el hijo de la tonadillera llevaba una vida desordenada y que, al parecer, no se estaba tratando de su enfermedad. Nada hacía presagiar que Irene estuviera preocupada por una deslealtad de su marido.

Pero, Irene es una anécdota en las portadas de las revistas del corazón, que tienen como denominador común todas ellas, en mayor o menor medida, a Rocío Carrasco Mohedano.

Mediaset preparó la tormenta perfecta y a río revuelto ganancia de pescadores, que también dejaban caer de vez en cuento los más viejos del lugar. Primero fue la versión de Rocío Carrasco contando su vida, silenciada, al parecer, durante veinte años. Los que la creyeron y se posicionaron a su lado se les denominó marea rosa, por la chaqueta que lució durante los capítulos, que como un chicle se alargaron hasta que no quedó una lágrima en el ojo.

Después vino Supervivientes y la entrada de Olga Moreno. En Honduras, la mujer desde hace más de dos décadas de Antonio David Flores habló de todo. Conversaciones que en su mayoría estaban guionizadas. Son muy caros los programas de televisión para perder audiencia.

Regresó Olga Moreno y el público, o la marea azul como los llama Antonio David, la hicieron ganadora.

Queda menos de dos meses para que llegue el otoño. Estación que ha elegido Rocío Carrasco para volver con otra entrega sobre su vida, familia y madre. Justo el tiempo en el que Olga Moreno hará programas y si vale, Mediaset hará lo posible porque se quede.

Entre tanto, Rocío Carrasco disfruta de unas vacaciones subida en un yate por la Costa Brava, hacía mucho tiempo que no se la veía cual personaje del corazón. Lecturas documenta su encuentro con Jorge Javier Vázquez; Hola hace lo propio, pero con arrumacos y besos junto a Fidel; Semana también tira de Rocío Carrasco para su portada, pero en esta ocasión, las carantoñas son en la playa; por último, Diez MInutos se decanta porque entre Olga Moreno y Rocío Carrasco la guerra será en los platós, donde ganaran todos, pero sobre todo la cadena que enaltece o desprestigia a los que tantas horas entretienen a su público.

 

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