La organización agraria UPA advirtió de la situación injustificable que sufre el sector de la patata en Castilla y León.
Ical.- No en vano, a los productores se les está pagando a 0,12 euros/kilo patatas de altísima calidad como puede ser la variedad ‘colomba’, y a apenas unos kilómetros esas mismas patatas se venden a 1,55 euros/kilo incrementando su coste “un vergonzoso 1.292 por ciento”.
Según UPA, una situación similar está pasando con otras variedades muy buenas como puede ser la ‘spunta’, donde a los cultivadores de la región se les paga unas cantidades irrisorias, con 0,15 euros en origen y 0,85 euros en destino, con un diferencial del 567 por ciento. UPA denunció que “mientras en los lineales siguen subiendo los precios, el productor percibe un precio bajísimo, casi de ruina, que apenas cubre los altísimos costes de producción en una campaña como la actual”.
Esta organización reclamó a las administraciones competentes medidas valientes como la aplicación real de la Ley de la Cadena Alimentaria puesto que no se puede permitir por más tiempo que sigan ocurriendo situaciones como la actual, que los agricultores son los que pagan las consecuencias de la acuciada pérdida de rentabilidad porque las condiciones las imponen otros.
“Los intermediarios y las grandes superficies comerciales son las que hacen y deshacen a su antojo sin que nadie les ponga freno”, argumentó UPA, por lo que exigió que se persiga “la especulación que impone unos precios en origen de ruina que lo único que están haciendo es llevar a la desaparición de muchos profesionales agrarios”.
Además lamentaron que los productores de patata de la región se enfrenten año tras año a unos costes elevados puesto que están sometidos a requisitos legales comunitarios que implican el uso de productos de alta calidad, beneficiosos con el medio ambiente, unos costes laborales importantes, una fiscalidad elevada y además este año unos costes energéticos elevadísimos.
“Todo son gastos para los cultivadores y encima los insumos han aumentado de forma considerable. En cambio, el precio en destino crece y crece”, lamentó UPA, además de recordar la incongruencia de que se importen patatas de países extracomunitarios para presionar aún más a la baja a los productores de esta región.
Por todo esto, UPA exigió a las administraciones un compromiso real para solucionar de una vez por todas la crisis de precios de ruina en origen del sector de la patata, y en su caso que intervengan de oficio si comprueban los posibles incumplimientos de la Ley de la Cadena que marca que los contratos deben cubrir, cuando menos, los costes de producción.