[dropcap]V[/dropcap]ergüenza que debería sentir la consejera de sanidad Verónica Casado, que se ha pasado por el forro de sus vergüenzas la promesa hecha, y reiteradamente incumplida, de devolver a Béjar su hospital tal y como estaba antes de la pandemia.
Vergüenza la que debería haber tenido el señor Igea cuando llegó a esta ciudad para participar en unas jornadas sobre la despoblación sabiendo como sabe que la Junta de Castilla y León está vaciando nuestros pueblos privándolos de los mínimos servicios esenciales y precarizando la salud de sus habitantes.
Vergüenza con la que viviremos cada uno de nosotros si seguimos consintiendo que políticos y otros personajes puestos a dedo hagan de la salud un privilegio, se apropien de nuestros derechos y jueguen con la vida de nuestros mayores y el futuro de nuestros hijos.
Y en esta sin vergüenza vivimos.
Esperando que se haga el primer ingreso tras la desescalada del 21 de abril en el Hospital de Béjar.
“Créanme ustedes, -dijo el señor Igea a los representantes de la plataforma en defensa de la salud pública de Béjar y Barco de Ávila y Piedrahita-, que si la hospitalización dependiera de la realización de una PCR esto no sería obstáculo para que en su hospital hubiera ingresos”.
¡Que desvergüenza la suya! Si eso no es óbice, como nos han hecho creer hasta ahora, y el problema es que quieren que la atención sanitaria sea de calidad, doten a nuestro hospital de los recursos humanos y materiales necesarios para que se cumpla, que para eso pagamos los mismos impuestos.
Avergüenza ver con que descaro nos mienten, nos manipulan y nos ningunean con el único objetivo de privatizar los servicios sanitarios, entre otros, sin ningún pudor ni vergüenza.
DESDE LA PLATAFORMA EN DEFENSA DE LA SANIDAD PUBLICA DE BÉJAR HACEMOS UN LLAMAMIENTO PARA QUE EL MAYOR NUMERO DE PERSONAS PARTICIPEN EN LA MANIFESTACION QUE CONVOCAREMOS PROXIMAMENTE.