Los conductores españoles podrían tener un nuevo enemigo al que temer dentro de muy poco tiempo y tiene nombre y apellido: radares de ruido.
Una información de El Español revela que este tipo de radares ya se ha probado en algunos países de Europa, como Suiza o Francia y podría empezar en el mes de enero a multar a los conductores de nuestro país.
Estos aparatos tienen una cámara de 360 grados junto a diversas antenas acústicas que captan el ruido. Lo hacen a través de los micrófonos que tienen que medir los decibelios ambientales cada décima de segundo. Lo revolucionario es que los radares son capaces de discriminar los sonidos y detectar de dónde vienen o quién los emite, como un coche, por ejemplo, publica El Español.
Ante esta situación, si el radar considera que tu coche o moto supera el máximo ruido permitido, el sistema le tomará una foto a tu matrícula, como cualquier otro radar, con el fin de emitir la multa correspondiente, que podría ir desde 90 hasta 600 euros.
La idea es que funcionen como los radares normales, no detener al vehículo una vez haya infringido la norma, sino que directamente se gestione la sanción que le llegará. O lo que es lo mismo, estarán fijos y funcionando en todo momento, señala Autobild.