La apertura de gastrobares ha salvado los mercados centrales de algunas de las principales ciudades españolas, que asistían al paulatino cierre de las puestos de venta tradicionales y la pérdida de clientes a pasos agigantados.
El Ayuntamiento quiso implantar este modelo en el Mercado Central de Salamanca en 2018, pero tres años después el proyecto ni siquiera ha echado a andar, mientras la oferta hostelera sigue creciendo a su alrededor, apostando por la calle en lugar del interior del mercado.
La extensión de las terrazas y su gratuidad ha hecho que los hosteleros apuesten por el modelo tradicional, explotado de forma más intensiva con la llegada de la pandemia, algo que, contra todo pronóstico, ha convertido la temporada 2020-21 en uno de los mejores años para el sector. Sobre todo, en el centro, donde no pocos establecimientos han ganado más dinero que nunca.
El nuevo reglamento de uso y funcionamiento del Mercado Central se aprobó en noviembre de 2018 y permite, entre otras novedades, la apertura de ‘gastrobares’ en un mismo ámbito en el que convivirán estos locales de hostelería con los negocios tradicionales, ampliando así el modelo y la oferta que actualmente plantea el mercado.
No obstante, como prevé el documento, en ningún caso los citados ‘gastrobares’ podrán superar el 30% de la superficie comercial total del Mercado Central. Además, por otro lado, la inclusión de estos puestos permitirán la apertura del mercado también los domingos y festivos durante todos los días del año.
Tres años después, los gastrobares apuestan por otros emplazamientos y el mercado sigue con su actividad tradicional. Ahora remozado tras la inversión de un millón de euros para renovar las vidrieras y remozar la fachada del edificio modernita, uno de los más atractivos de la ciudad.
1 comentario en «Ni un gastrobar en el Mercado Central»
Es tremendo ver como se estan cargando el mercado.