Desde Cruz Roja, su Plan de Empleo ayuda a personas que han quedado relegados del mundo laboral. Se centra en aquellos mayores de 45 años que primero fueron golpeados por la crisis del 2008 y ahora por la pandemia. También apoya a jóvenes que abandonaron sus estudios y a todos los que han perdido sus puestos de trabajo tras la Covid
El Plan consta de tres pilares. Orientación, donde enseñan a los participantes a adquirir los conocimientos y habilidades que necesitarán en futuros trabajos. También aprenden a cómo buscar el empleo y preparar sus currículums y entrevistas de trabajo. Las empresas intervienen a la hora de ofrecer espacio para realizar las prácticas laborales y en la incorporación a estas personas en sus plantillas.
Para conocer la experiencia de este proyecto desde ambas perspectivas, Kelly Ochoa cuenta en primera persona cómo ha encontrado trabajo gracias a Cruz Roja, y a Ricardo Lázaro Cortés director de la Residencia Veracruz, quién participa en el proyecto de Cruz Roja ofreciendo trabajo desde su empresa.
En primer persona: Kelly Ochoa
Kelly Ochoa tenía un trabajo antes del confinamiento, pero a raíz de este quedó sin empleo. «Una amiga que también pertenece a Cruz Roja me dijo que llamara para pedir ayuda, me prestaron todo lo que necesité en el momento», dijo Kelly Ochoa. La asistencia inicial se centró en proporcionarle alimentos cada 15 días durante la cuarentena. Además, recibía productos de aseo personal y del hogar.
Tras la vuelta a la normalidad, Kelly Ochoa no tenía como traer dinero a casa. «Algunas veces no comía, lo hacía para que mis hijos tuviesen alimento», lamentó. Pero Cruz Roja pasó a la acción y le incorporó en sus Planes de Empleo para encontrar una solución a su situación de riesgo.
Kelly Ochoa había trabajado como limpiadora antes, y en esto la especializaron desde la ONG. Recibió un curso de limpieza y desinfección, profundizando en sus conocimientos previos. «Me enseñaron sobre los productos que se usan, no conocía la utilidad real de muchos de ellos. Antes, a veces combinaba unos con otros, ahora sé que algunos no deben ser mezclados. Aprendí muchísimo», explicó.
Le ayudaron a encontrar trabajo en varias ocasiones, con una rapidez que le sorprendió. Actualmente trabaja limpiando habitaciones en un hotel, pero gracias a Cruz Roja, también realizó dos empleos más, cuidando de una persona mayor y como limpiadora en una piscina de Villares de la Reina.
Su hija también se ha incorporado a los planes de empleo. Kelly Ochoa muestra su experiencia en Cruz Roja «como muy satisfactoria». Su vida cambió radicalmente tras la Covid. Antes no tenía que pedir ayuda, pero ahora sabe que puede contar con la ONG siempre que lo necesite. No descarta acudir en un futuro si vuelve a quedar desempleada.
En primera persona: Ricardo Lázaro
Ricardo Lázaro Cortés, director de la Residencia Veracruz, explica porqué decidieron formar parte de este proyecto. «Esta es una empresa que se llama ‘Fundación Aliados por la Integración’. Siempre hemos ayudado a personas con discapacidad, personas maltratadas o que tuviesen alguna dificultad en su inserción laboral”, explica.
La política de esta empresa siempre ha sido contar con un mínimo de personal de este perfil de riesgo, actualmente cuentan con cuatro personas procedentes del Plan de Empleo de Cruz Roja. Manifiestan la buena experiencia por ayudar. «Sabes que estás ayudando a la población que tiene dificultad para encontrar trabajo y están en riesgo», asegura Ricardo Lázaro.
Ricardo, ¿cómo ha evolucionado la actitud de estas personas tras incorporarse al trabajo?
Al principio les costaba un poquito más. Suelen estar acostumbradas a una rutina diferente. Pueden tener problemas al compaginar el empleo con su vida privada, porque son madres solteras o sufren alguna discapacidad… es difícil, pero siempre se adapta el puesto de trabajo a su perfil.
¿Cómo colaboran con Cruz Roja?
Ellos hacen cursos de formación, por ejemplo de limpieza. Están varios meses estudiando la teoría y firman un convenio para que hagan las prácticas con nosotros. Así aprenden el oficio y nosotros vemos cómo trabajan y nos permite conocerlos de cerca. Antes que llamar a alguien que no ha trabajado aquí, preferimos contratar a una persona que ha hecho las prácticas en el centro y conoce a los residentes. Las prácticas se convierten en una oportunidad para trabajar con nosotros.
Una duda, ¿cuáles eran las competencias exigidas por la empresa a los trabajadores?
Necesitamos personal de limpieza. Requerimos responsabilidad, seriedad y dedicación al trabajo. No existe un perfil concreto, que no sean problemáticos y que traten muy bien a los residentes, pues están muy en contacto con ellos al limpiar las habitaciones.