Mientras en el conjunto de Castilla y León los indicadores de la pandemia empiezan a bajar, en Salamanca emporan como consecuencia de los excesos del verano y las fiestas y nos fiestas en los pueblos, como ya ocurriera el año pasado.
Llevamos varios días con un registro relativamente elevado de positivos (119 en las últimas 24 horas) que ya pueden estar reflejando las reuniones y encuentros de hace una semana o diez días con el inicio de las fiestas en la mayor parte de la provincia y los encuentros que se producen en verano.
Además, este viernes se ha notificado otra muerte por coronavirus en el Hospital Clínico, con lo que ya son 852 las víctimas mortales en el ámbito hospitalario desde el inicio de la pandemia, a las que habría que sumar otras tantas en las residencias de mayores.
Solo la vacunación ha impedido que el nivel de contagios sea mayor y que los que se están produciendo tengan consecuencias lamentables, porque de momento la situación en el hospital está contenida (quedan 14 pacientes covid en planta y otros 6 en la UCI, sin cambios).
La situación sanitaria no se resiente demasiado, de momento, pero la epidemiológica empeora mientras mejora en el conjunto de la región.
La velocidad de transmisión del virus en Salamanca es la más alta de la Comunidad, con diferencia. Cada infectado contagia a 1,27 personas más (todo lo que sea por encima de 1 significa que la infección crece) cuando la media regional es de 0,82 y ninguna otra provincia pasa de 1.
La incidencia acumulada sigue al alza en Salamanca y a catorce días ya es de 294 casos por cada 100.000 habitantes (también hace días que dejamos de tener el registro más bajo) y de 170 a siete días.
