Es un testimonio más de alguien que ha estado en primera línea de la pandemia de la Covid-19.
Pero también es una experiencia personal y laboral distinta a la del resto de profesionales de la sanidad que se han tenido que enfrentar a algo desconocido en un principio y contra lo que no se tenía ninguna defensa.
Fernando Gutiérrez es un médico de Atención Primaria (AP) de Periurbana Sur, que ha eludido el contagio de coronavirus pese a un inicio en el que apenas había material de protección, momento en el que los grupos de WhatsApp de los sanitarios “parecían un curso de corte y confección para hacer EPIs con bolsas de basura; en nuestro centro no ha sido así, pero ha habido otros en los que doy fe de ello”, asegura.
Poco a poco, la situación fue cambiando para ellos gracias al ayuntamiento de Carbajosa, que dotó a este centro de salud de EPIs, guantes, geles… lo que facilitó su labor y su protección contra este ‘maldito bicho’.
Gutiérrez habla con claridad y reconoce que los sanitarios quizá no merecían los aplausos desde los balcones, “porque hacíamos nuestro trabajo”, pero afirma con rotundidad que no pueden pasar de “héroes a villanos, porque no merecemos el trato que en algunas ocasiones se nos da. Nos culpan de muchas situaciones que no dependen de nosotros y eso es injusto”. Un nuevo testimonio, en primera persona…
Parece que fue ayer y ha pasado un año y medio; ¿recuerda el inicio de la pandemia?
Recuerdo que el principio fue duro porque era algo desconocido y la información que nos llegaba no era la correcta. Iba a ser un catarro o poco más y se ha visto que no ha sido así. Y encima teníamos muy pocos medios: no había EPIS, escaseaban las mascarillas… fue muy complicado.
¿Cómo combatieron la pandemia sin una protección adecuada?
Contrarrestamos la falta de medios en las primeras semanas como pudimos; nuestros grupos de WhatsApp parecían un curso de corte y confección… Cada uno sugería la manera de hacerse los EPIs con bolsas de basura; eso es algo real, hay compañeros que los han utilizado.
Pero, también tengo que decir que nosotros tuvimos mucha suerte porque el ayuntamiento de Carbajosa aportó mucho material que nos vino muy bien; no sé cómo lo consiguió, pero pudo darnos EPIs, guantes, geles… de todo. A partir de ahí, las cosas fueron un poco mejor en lo que a medios se refiere, claro.
¿Y la atención sanitaria en plena pandemia?
En nuestro centro, que es un poco peculiar, no se pasa consulta al llevar los pueblos del sur de la ciudad, cada uno estaba en su consultorio y se intentaba atender no presencial, pero en mi caso y durante toda la pandemia, casi todos los días he atendido a alguien de manera presencial. Hay cosas que no se pueden hacer de otra forma. Como médico, necesitas ver y tocar en muchas ocasiones; y mis compañeros han hecho lo mismo que yo.
¿Tenía miedo real la gente a ir al médico?
Los pacientes reaccionaron con mucho miedo, la verdad; la gente sí colaboró y todos entendían que no había que ir al médico y exponerse si no era necesario de verdad. También ayudó el hecho del confinamiento, pero por regla general, la gente colaboró mucho y fue comprensiva.
Tengo que decir que no he tenido problemas con nadie, pero sé que hay compañeros que sí los han tenido; si el paciente insistía, no he tenido problema en verlos, siempre con la protección adecuada. A veces, no basta con lo que te diga una persona y sí es necesario ver al paciente.
¿Qué tal ha respondido el sistema sanitario en la pandemia?
Ha dado todo lo que tenía y gracias al sistema sanitario se ha llevado esto adelante; es verdad que ha sido gracias al trabajo de todo el personal, no solo los médicos. Enfermería se ha llevado una gran carga del trabajo en esta pandemia y lo ha hecho a la perfección, igual que pasa con la vacunación.
En los hospitales se ha trabajado a destajo y sin horarios; pero lo que hay que hacer es dotar al sistema de más recursos sanitarios y ojalá esta pandemia sirva para que se den cuenta de que hacen falta recursos humanos.
Y pongo un ejemplo que se entenderá bien; en los centros hospitalarios se hablaba de la ocupación de las UCIs, pero no era algo real. Si tú tienes 30 camas y resulta que hay 75-80 pacientes ingresados, no puede haber nunca un 80% de ocupación. No, si hay 30 y tienes 80 personas, hay más del 200%. Eso sí, se iban ampliando, pero el problema es que tú puedes poner más camas y poner respiradores, pero ¿y el personal? Si hay 11 intensivistas, sigues con los 11, pero para muchos más pacientes y eso obligó a doblar el esfuerzo.
¿Volverán las consultas presenciales?
Yo ya hago consulta presencial normal, no como antes, porque hay cosas que se resuelven de modo no presencial y considero que es algo que debe quedarse. Trámites administrativos, renovación de recetas, consultar determinadas pruebas… evitando riesgos innecesarios. Obviamente, hay otras cosas que se deben hacer de una manera presencial, cara a cara.
¿Cuál es su función en el proceso de vacunación?
Nosotros estamos por si ocurre algún efecto con la vacunación una vez puesta: mareos, alergias, desmayos, lipotimias… ha habido algún problema, aunque en mi caso todos leves. Pero conozco compañeros que han tenido problemas más serios con paradas o infartos, incluso en la fila, antes de la vacuna.
¿Ve un final cercano a todo esto?
No lo veo y creo que esto va a durar todavía porque mutaciones va a seguir habiendo. La Delta es la dominante, pero ya se habla de otra… esto seguirá así más tiempo y seguro que tendremos que vacunarnos más veces. Ya se habla de personas mayores y que no han pasado el covid, se pierde la inmunidad. A estas personas se les puede poner una tercera dosis, igual que a gente con otras enfermedades; se está pensando en revacunar a estas personas, aunque quizá tengamos que hacerlo todos, especialmente los que no hemos pasado la enfermedad.
Otro médico que no se ha contagiado…
Por fortuna no he cogido la enfermedad; la mayoría de los sanitarios no se ha contagiado, por suerte. El mayor número de contagios de los profesionales fue al principio por desconocimiento en el manejo y porque faltaban muchos medios, por mucho que se diga que no. Ahí vino el problema y que no sabíamos qué iba a pasar con esta enfermedad.
¿Cómo ha afrontado toda esta situación desde el plano personal?
La situación no me ha llegado a superar nunca. Ha habido momentos duros en el inicio de la pandemia con el confinamiento; pero yo me he sentido un poco afortunado, porque he salido a trabajar todos los días, siendo una manera de desconectar. No sé cómo lo habrá pasado la gente que tuvo que estar semanas y semanas sin salir de casa, pero supongo que mal, es muy duro. El equipo con el que he trabajado en Periurbana Sur ha sido una piña y así fue más llevadero.
¿Hemos aprendido algo como sociedad después de todo esto?
Creo que la sociedad aprendió al principio, pero ya se nos ha olvidado. Tomamos medidas, pero los sanitarios hemos pasado de héroes a villanos; de hecho, las declaraciones de consultas presenciales, que si no me ven… lo demuestran. Creo que no eran necesarios los aplausos del principio, porque hacíamos lo que debíamos; aunque también digo que no somos culpables de la pandemia ni de lo que pasa ahora. La mayoría hemos dado lo que teníamos y algunos, incluso más. Hacernos culpables de algunas situaciones como pasa en muchos sitios no es justo.
Además, estamos todos un poco cansados de todo esto…
Solo hay que ver imágenes en la televisión para darse cuenta de cómo está la gente. Pero todo lo que sea facilitar contagios complicará que esto se pase y habrá más mutaciones. El virus se defiende y lo hace pasando de persona a persona.
