Salamanca ha pasado en una sola semana de ser la que menos incidencia de coronavirus tenía en toda la región a ser la cuarta con la peor situación epidemiológica, coincidiendo justo en el momento de mayor presión asistencial sobre el hospital en esta quinta ola. Y todo eso cuando más del 70% está vacunado.
Las no fiestas del verano han impedido vaciar el Hospital Clínico de pacientes covid, y este jueves había 21 en planta, una cota que no se alcanzaba desde el pasado 13 de mayo, y otros tres en la UCI. Son pocos en comparación con lo que hemos vivido, pero se ha perdido otra ocasión para cerrarle las puertas al virus.
Todo esto en otra jornada sin muertos por coronavirus, gracias de nuevo alas vacunas, pero con otro repunte de los contagios (98) que se suman a los 140 de la víspera, coincidiendo con el momento en que debían aparecer los positivos derivados de las celebraciones y reuniones de mediados de agosto sin las precauciones debidas.
Salamanca ostenta una jornada más el dudoso honor de ser la provincia de Castilla y León con mayor velocidad de trasmisión del virus (cada infectado contagia a 1,06 personas más), pero en este aspecto las cosas empiezan a igualarse entre todas las provincias, que se acercan al 1 de forma inevitable.
Con estos repuntes de los positivos, la incidencia acumulada en Salamanca a 14 días asciende hasta los 321 casos por cada 100.000 habitantes, acumulando subidas incesantes desde los 26 de hace una semana. La incidencia a siete días se sitúa en 175 casos, lo que hace prever que la escalada no se detendrá en los próximos días.