Opinión

Agua siempre

Una corriente de un río. Imagen de Myriams-Fotos en Pixabay

[dropcap]Y[/dropcap] antes de nacer ya buceamos con o sin conocimiento de tal capacidad. Conectados a través de un tubo que nos ofrece todo lo que necesitamos para desarrollarnos completamente. O tan completamente como necesitamos en ese punto. No es agua, no es solamente agua, pero es el líquido en el que debemos estar, del que debemos poder salir, como hicieron las especies más ambiciosas hace millones de años. Salir del agua para avanzar.

Abandonamos el líquido elemento pero no podemos estar sin él. De manera prosaica seguimos acudiendo a él, para calmar nuestra sed, para no deshidratarnos, para subsistir, para continuar, para aprovechar su riqueza.

De la otra manera, la metafórica, tampoco somos capaces de deshacernos de ella. Como antes de nacer, lo sepamos o no, navegamos desde el principio. Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar…

Y aún lejos del agua, sí hay corriente, sí es fluir por ella. A veces con comodidad, porque vienen mansas, a veces toca remar para evitar las rocas y heridas porque son bravas. A veces sin tiempo para prestar los ojos al paisaje, al entorno, ni siquiera es sencillo darse cuenta de que estamos avanzando. Pero lo hacemos. Es inevitable, aun sin saber hacia dónde, siempre es hace delante.

El agua es básica y obstinada. Siempre encuentra el camino más cómodo. Siempre es grave. Siempre hacia abajo. Sin trampas. Por donde fue, irá. Aunque  insistas en cambiar su curso, perseverará. Ponle una presa pero no olvides mantenerla, ella tiene más fuerza y paciencia. No se detendrá. Se acumulará gota a gota hasta alcanzar la cima planteada. Rebosará, saltará por encima o la derribará. No tiene prisa. Sencillamente continuará.

Donde hay agua, hay vida. Descuida un cubo y la verás antes de que te des cuenta. Riega la nada y en nada dejará de ser yerma. Con ella, de ella, junto a ella, sobre ella. Si es fría conserva y refresca, si está caliente, cuida y alimenta. Lo que obtiene respeto ofrece provecho.

En los extremos la perdemos. En el cero se congela y hace piedra. En el cien se desvanece. El punto intermedio es de noventa y nueve. Baremo mucho más que suficiente para mantener su original estado.

Más de tu mitad es agua. ¿Por qué vas a operar de distinta manera? Insiste, acepta la gravedad, fluye, moja, da vida, rebosa. Evita el cero y el cien, mantente. Sé corriente. Sé inevitable. Avanza siempre, quieras o no, lo sepas o no, solo puedes ir hacia delante.

Por si quieres seguir fluyendo….

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