[dropcap]H[/dropcap]ablar sobre el suicidio no es fácil, pero si necesario, ya que es una realidad que nos afecta a toda la sociedad. Actualmente, el suicidio es la principal causa externa de mortalidad en España. Haciendo referencia a las cifras de 2019, 10 personas fallecieron al día por suicidio, es decir, un total de 3.671 personas, según datos de la Confederación Salud Mental España.
Las ideas de muerte, pasivas o planificadas, están en la mente de un gran porcentaje de la población y el estigma que surge en torno a expresarlas genera un problema más grave que las ideas en sí mismas. Por este motivo, queremos que en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio se cree un espacio seguro para conversar e informar sobre la realidad que estamos viviendo.
Tras la pandemia producida por la Covid-19, el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte en los jóvenes españoles, según datos de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio. Además, los casos de suicidio se han elevado un 250% en la población general, según cifras del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
El aislamiento social, la falta de recursos, la inestabilidad laboral y económica, el miedo al contagio, entre otros, han sido factores que han provocado un mayor desequilibrio emocional que ha derivado en un sufrimiento silencioso –dado que no se comparte ni exterioriza- de una gran parte de la población. Evitar sentir este sufrimiento es la principal causa tras un intento de suicidio. La desesperanza y falta de motivación o el deseo de que todo acabe se convierten en los motores que impulsan la decisión de quitarse la vida y no tanto un deseo de morir.
Es importante saber que no existen “llamadas de atención” ni un perfil concreto del suicida. El 75% de las muertes por suicidio se producen en personas que habían tenido intentos autolíticos previamente. Un intento de suicidio es una petición de ayuda a voces para hablar de un tema que no hemos sido capaces de expresar, tal vez porque el entorno no es seguro, por miedo al estigma o por desconocimiento de los recursos de ayuda disponibles.
Desde la Asociación Salud Mental Salamanca queremos trabajar desde dos frentes.
- En primer lugar, debemos recalcar la necesidad de conversar de manera abierta sobre el suicidio con el objetivo de prevenir y generar formaciones psicoeducativas dirigidas tanto a jóvenes como adultos. Todo ello, con la intención de cambiar la percepción y el tratamiento que le damos a los problemas.
- En segundo lugar, queremos ofrecer apoyo, recursos y profesionales dispuestos a trabajar en estas ideas, modificando los hábitos de pensamiento y los patrones de comportamiento que están contribuyendo a potenciar esta problemática. Además, queremos trabajar en conjunto con la sociedad para que hablar del suicidio deje de ser un tabú.