Una familia con un gasto medio puede superar los 60 euros por la factura de la luz, cuando hace doce meses pagaba 40 euros. Según los expertos, con la llegada de las franjas horarias el consumo apenas ha variado.
Llevamos un verano de récord, no hay día que los informativos hablen del recibo de la luz y de la subida del megavatio hora. Pero esto hay que traducirlo, ya que los consumidores no se rigen por la regla del megavatio, lo hacen por el kilovatio por hora, ahora mismo este se sitúa en torno a los 15 céntimos la hora.
Modelo energético
Para intentar paliar este incremento, el gobierno bajó el IVA hasta el 10% y ha implementado nuevas medidas en los últimos días para reducir la factura, desde la Asociación de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de Salamanca, su presidente José Luis Sánchez Iglesias explica que estos cambios reducirán el importe pero que hay que repensar el modelo energético.
Una de las opciones que proponen es el cambio de modelo a través de una ley de la energía, uno de los ejemplos está en la explotación de las centrales hidroeléctricas. Estas se construyeron hace medio siglo, son propiedad del estado pero las empresas privadas las siguen gestionando porque los contratos son de larga duración. Desde las asociaciones de consumidores proponen cambiar el modelo hacia uno que una las dos patas de la factura: el gobierno y las compañías eléctricas además de incentivar el autoconsumo como ya ocurre en otros países de Europa.
Tipos de tarifas
Dentro del mercado nos encontramos dos tipos; el mercado regulado y el mercado libre. La montaña rusa de precios solo afecta a los del mercado regulado. Las principales diferencias están en que en el mercado libre es una comercializadora la que nos propone un precio con un contrato, que suele ser anual y en el regulado los precios son según lo compren los mercados mayoristas. La ventaja del regulado, es que sí está muy baja la electricidad pagaremos menos y si sigue como hasta ahora, solo veremos ascensos en nuestras facturas.
Desde Aeslux nos explican que la mayor parte de los consumidores de nuestra provincia se encuentran en el mercado regulado y una de estas razones es el número de usuarios que reciben el bono social (este no lo recibirían si estuviesen en el regulado). Tanto los profesionales como los representantes de consumidores piden que los usuarios revisen y analicen bien sus facturas, que se hagan preguntas de porqué pagan esto o pagan lo otro.
Los que más gastan
Los “enemigos en casa” son el frigorífico, es uno de los más gasta desde la Unión de Consumidores en Salamanca, su abogado Roberto Bernal hace hincapié en este; “La nevera es el que más gasta porque está encendido las 24 horas, luego también hay que tener cuidado con el uso de planchas y horno porque usan bastante potencia».
Empresas y pymes
Jose Luis Sánchez Iglesias desde Aeslux nos explica que las empresas que más lo están notando son las de la hostelería y las de los comercios, por dos motivos muy concretos: sus horarios de funcionamiento coinciden con las franjas con los precios más altos y por la reactivación económica de estos sectores. Las renovables también aparecen en este ámbito, las pioneras han sido las empresas cárnicas. Estas han instalado en sus tejados grandes plantas fotovoltaicas para poder generar electricidad y así poder ahorrarse una buena parte en sus facturas.
Autoconsumo
Salamanca es una provincia que cada año tiene más días de sol, por ejemplo en noviembre de 1997 tuvimos tan solo 97,5 horas de sol y en 2017 esta cifra se situó en 225, según los datos del servicio meteorológico. Con estos datos es muy cierto pensar que la instalación de placas solares es el futuro. Los instaladores estiman el coste medio para una casa unifamiliar entre los 2.500 y 3.000 con una reducción en la factura de aproximadamente un 30% de manera anual. Desde Aeslux esperan pronto nuevas subvenciones de la Junta de Castilla y León que alcanzarían hasta el 60% del importe de la instalación. Con todo esto, estiman que la obra estaría amortizada en unos dos años.
Somos ricos
Salamanca cuenta con grandes centrales hidroeléctricas y somos de las provincias que más generamos. Entre las centrales de Aldeadávila, Villarino y Saucelle se producen de media unos 5.000 GWh, esto es cerca del 40% total de la región y más del 12% en comparación con otras provincias de España. A esto le tenemos que sumar los parques eólicos, como el ubicado en la Sierra de La Dueña entre los pueblos de Las Veguillas, Navagallega y Membribe. Este en concreto dispone de 37 molinos con una potencia de 850kW, en total unos 31450kW.
Más allá de las centrales y los parques, solo hace falta salir al campo para ver cómo está lleno de torretas eléctricas que llevan lo que generamos a otros puntos del país, esto lo apreciamos muy bien de camino a Madrid por la zona de Peñaranda.
Las organizaciones de consumidores piden acuerdos a los gobiernos para que sea más barata la energía en los pueblos que están ubicadas las centrales y en menor medida en toda la provincia, ya que somos una potencia generadora.
