La Policía Nacional detuvo el domingo de madrugada a un individuo de 23 años tras una persecución de película por media ciudad. Durante quince minutos estuvo tratando de escapar de la Policía, llegando a circular a 180 kilómetros por hora, en sentido contrario por Canalejas, e incluso por las aceras, poniendo en peligro a peatones y conductores. La fuga culminó cuando tuvo que dejar el coche en marcha en la calle Bordadores y trató de seguir huyendo a pie, pero fue alcanzado por un agente, que al cogerlo cayó con él al suelo en una zona donde había cristales de vasos rotos y ambos se cortaron.
La persecución tuvo su origen a las 3.35 horas del domingo, cuando los agentes interceptaron un vehículo conducido por el detenido en un semáforo de la Plaza de San Julián, confluencia con Gran Vía, del que habían solicitado datos al observar una maniobra extraña y comprobar que carecía de seguro en vigor y tenía la ITV caducada.
Al bajarse los policías del coche para identificar al conductor, el ahora detenido se dio a la fuga a gran velocidad, siendo perseguido por distintas dotaciones policiales.
Durante la persecución, efectuada con todo tipo de señales de emergencia, el vehículo circuló por direcciones prohibidas, carriles contra dirección, invadiendo aceras y no respetando señal alguna de circulación, llegando a saltar la mediana del Paseo de Canalejas, por donde circuló en sentido contrario, poniendo en grave peligro a personas, que tuvieron que saltar para impedir ser atropelladas y a otros conductores, que se vieron obligados a realizar maniobras evasivas para evitar el choque, llegando a impactar contra un vehículo policial que pretendía impedirle el paso, cuando circulaba en sentido opuesto en la rotonda de la Plaza de España.
Fin del recorrido
La persecución del vehículo finalizó al introducirse en la calle Bordadores, dada la gran cantidad de personas que había (es una zona de bares de copas), huyendo el conductor a pie tras abandonar el vehículo en marcha, siendo perseguido por los agentes, dándole alcance en la calle Sorias, resultando con lesiones tanto el funcionario policial como el detenido, al caer al suelo y sufrir cortes con trozos de cristal de vasos rotos.
El detenido, al que le constan 5 antecedentes, ha sido puesto a disposición judicial acusado de un delito contra la seguridad vial.