[dropcap]E[/dropcap]stimado señor Igea:
El motivo de la presente es salir al paso de las afirmaciones realizadas por Vd. en el Pleno de las Cortes del pasado día 21 de septiembre, como duplica, en la pregunta parlamentaria formulada a la Consejera de Sanidad por el Grupo Socialista: “Cuando tiene previsto la Conserjería de Sanidad cumplir sus compromisos y las resoluciones de esta Cámara respecto a los Servicios Veterinarios Oficiales de los mataderos e industrias cárnicas de Castilla y León”.
En dicho pleno hace alusión a la reunión solicitada por Sivecal -Sindicato de Veterinarios de Castilla y León- al secretario general de la Conserjería de Sanidad, a fin de arrancar la voluntad política de resolver un problema enquistado, que ya provoco conflictos laborales, con huelgas en varios mataderos de Castilla y León, en 2018 y 2019.
¡Pero, o le informaron mal o Vd. faltó a la verdad!
Concedida la reunión, y después de una espera de más de media hora, se presenta la directora general de Salud Pública, con la coordinadora, la jefa de Servicio de Personal y el jefe del Servicio de Seguridad Alimentaria. Comienza la directora diciendo que el secretario se retrasará. Exponemos a la misma, una vez más, la situación en la que se encuentran los veterinarios que prestan sus servicios en los mataderos, algo de sobra conocido y compartido en parte por los técnicos aludidos por el Sr. Igea.
Posteriormente y con un retraso de más de una hora sobre el inicio acordado de la reunión, se incorpora el secretario. Tras los preceptivos saludos su primera y casi única intervención (hasta la espantada) es para comunicarnos que se tiene que ausentar en breve.
Expuesto por Sivecal el motivo de la reunión, toma la palabra la jeja del Servicio de Personal alargándose más de quince minutos en una exposición sobradamente conocida.
Ante la premura de tiempo, se le dice al secretario que desde Sivecal se viene buscando la voluntad política para resolver el problema, pues es un tema hablado muchas veces y varios años con los mismos técnicos. Interviene el secretario manifestando que él es simplemente un” intermediario” en la resolución del problema.
Intenta justificar su inacción en la pandemia que vivimos, y en la que por cierto en vez de disponer al máximo de los Servicios Veterinarios Oficiales de Salud Pública, se les envía a sus casas en los momentos más necesarios.
Fue precisamente cuando se le cuestionó la intervención de los veterinarios de sus Servicios Centrales en la gestión de la crisis sanitaria, el momento en el que deliberadamente, y argumentando una falta de respeto que solo él percibió, decidió marcharse de la reunión, por cierto con muy malos modos y dando voces.
Es cierto Sr. Igea que el secretario general de su (perdón) de la Conserjería de Sanidad es un hombre tranquilo, y además inoperante, y según sus propias palabras un “mero intermediario”, pues en el tiempo que lleva en el cargo no ha hecho absolutamente nada positivo. Bien al contrario, está retrasando deliberadamente la cobertura de las bajas por jubilaciones, reduce a límites temerarios las sustituciones, confunde lo que son puestos de “carácter sanitario” con otros que no lo son, está propiciando un caos en sus propuestas de la nueva ley de Cuerpos y Escalas Sanitarias, compensa discriminatoriamente con “bufandas” a los distintos cuerpos que trabajan en su Consejería, no cumple con las resoluciones de las Cortes, no ha dado ni un solo paso para equiparar a los trabajadores asistenciales con los de salud pública, … , así es el “hombre más tranquilo” que conoce el Sr. Igea.
Desde esta Organización Sindical, estamos viendo como la Salud Pública va de mal a peor. Bajo su responsabilidad desciende el porcentaje del presupuesto destinado a la misma, y no se tiene en cuenta que el colectivo sanitario mayoritario que la sustenta es el colectivo veterinario.