[dropcap]S[/dropcap]ilvio Rodríguez recibió este lunes en León el XIX Premio Leteo en un acto en el depositó su esperanza en que “Cuba sea capaz de construir futuro”, para lo que “lo principal es querer”, pero lamentó la existencia de un momento “objetiva y subjetivamente difícil” en el que “se está viviendo un cambio que, como todas las etapas, es doloroso” pero que “esperemos que nos lleve a un estadio superior”, cuestión con la que se mostró “comprometido”.
Miriam Badiola / ICAL. El cantautor cubano puso de relieve que la entrega de este premio a su persona supone haberse montado “en una máquina del tiempo” y reencontrarse con sus propios orígenes. “Agradezco profundamente a estos jóvenes que creen tanto en la literatura y lo hacen para enaltecer su ciudad u región, eminentemente cultural, que me hayan entregado este premio, que me parece muy lindo, aunque que me lo merezca o no ya es otra cosa”, señaló.
En este sentido, recordó que cuando se desmovilizó comenzó a formarse “con un grupo de jóvenes de pujanza y con creencia en que la literatura y la poesía quizá no pueda salvar el mundo, pero pueda sí ayudar a hacerlo”, al tiempo que confesó que esa “intensidad” es la que ve reflejada en el Club Cultural Leteo.
Durante la entrega del premio, el cantautor ofreció pequeños fragmentos de sus canciones y mantuvo una charla con el público asistente en la que rememoró la fundación en Cuba en 1961 de las escuelas de arte en Cuba, la principal de ellas establecida en La Habana, con “una gran cooperación por parte de los artistas más renombrados de todas las disciplinas” y “una política de fomento a lo muchachos que tienen interés en acercarse a las artes”.
Sin embargo, a presar de ello, lamentó que en Cuba existe una “gran contradicción”, ya que “se forma mucha gente”, mientras que “la realidad a la que se enfrentan es que no hay la suficiente base material para sostener todo ese talento que sale” por razones eminentemente económicas, ya que “Cuba es un país con grandes problemas económicos”.
“Ojalá fuera poeta, me encantaría serlo”, reconoció el cantautor, quien se refirió a la poesía como “lo más elevado” y una condición a la que, en el fondo , “todos aspiran”. “Yo la admiro y empecé imitando a los poetas y tratando de entender el sentido de esas construcciones gramaticales y usarlas”, explicó.
Por su parte, el organizador del Festival Internacional de las Letras y las Artes ‘Palabra’, Rafael Saravia, puso de relieve la “vocación de permanencia” de la cita celebrada del 24 de septiembre al 14 de octubre en la capital leonesa y en el que celebró que “las instituciones esta vez han estado a la altura” confiando en un proyecto que supone “un lugar de justicia para la cultura de la ciudad”.
Rafael Saravia se refirió a Rodríguez como su “gran banda sonora” y reconoció que el cantautor le cambió la vida, “junto a un puñado de hombres y mujeres sin más desarrollo que su conducta”, como Antonio Gamoneda, María Zambrano, Alejandra Pizarnik, entre otros, que “han supuesto un eje moral y una conducta revolucionaria”.
“Un hombre que tuvo el talento de poder cantarle al amor su propia canción pero también ese humano que cree en la razón del equilibrio y fundó un partido de sueños, dando voz a lo marginal y creyendo en lo más duro pero también en el deseo y lo más puro”, apuntó Saravia respecto a Silvio Rodríguez, de quien destacó su capacidad para “movilizar la esperanza en varios miles de seres oprimidos” y para “ser, a través de su trabajo, ejemplo de la dignidad”.
Silvio Rodríguez recibió el premio este lunes en un acto que se celebró en el Auditorio Ciudad de León, dentro de la programación del Festival Internacional de las Letras y las Artes ‘Palabra’, llevado a cabo gracias al Ayuntamiento de León, la Diputación de León a través del Instituto Leonés de Cultura, la Junta de Castilla y León, la Universidad de León y el Club Cultural Leteo, así como con la colaboración de varias entidades públicas y privadas.
Un acto al que acudieron el alcalde de León, José Antonio Diez, el diputado de Cultura, Pablo López Presa, el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, y el secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, entre otros, y que contó con un homenaje musical a cargo de Alfonso Salas.
