La marca colectiva ‘Pan de Ávila’ se presentó este miércoles en el patio del Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial de Ávila, en un acto que contó con la presencia del presidente de la diputación Carlos García; del delegado territorial, José Francisco Hernández Herrero, y del presidente de los empresarios abulenses Juan Saborido, además del presidente de la Federación de empresarios de Panadería de Ávila, Ángel Rodríguez.
Ical.- La creación de esta marca se debe a un proyecto que surgió hace años en la anterior directiva de la Aspciación Abulense de Empresarios de Panadería, cuyo presidente al cargo era Lorenzo Alonso, como recordó Ángel Rodríguez, el actual presidente de esta Federación que comentaba que el objetivo no era otro que “recuperar el pan que nuestros antepasados comían en la provincia de Ávila: el llamado pan de Ávila”.
Para llevar a cabo este fin, dijo Rodríguez, se realizaron una serie de estudios históricos-geográficos con el fin de encontrar los fundamentos históricos y de justificación del nombre Pan de Ávila. De este modo reconocía que las primeras referencias encontradas son del año 1438 y que el documento original más antiguo que se ha localizado procede de mediados del siglo XVIII (1752), un texto de P. Pedro Murillo, en su obra Geographia histórica de Castilla la vieja, Aragón, Cathaluña, Navarra, Portugal, y otras provincias.
En esta obra se encuentran descripciones de los aspectos más relevantes de los pueblos y ciudades. En la página 56 se habla de Ávila y se habla del Pan de Ávila, dando a entender que se utilizaba como medida y se consumía en España e incluso en las Indias.
Este documento y otros encontrados demuestran, como sostiene el presidente de los empresarios abulenses de este sector, que “el pan de Ávila se ha producido en estas tierras desde hace siglos. Desde entonces y hasta la actualidad la producción del Pan de Ávila ha variado dependiendo de la situación económica del territorio. En algunos territorios la pieza de pan se la denomina mediana”. Reconoce también que este pan se deja de producir para los vecinos del pueblo durante el siglo XX. Pero sostiene que las ventas se incrementan sus ventas a los municipios limítrofes a los obradores que lo producían.
En cuanto a las características del Pan de Ávila dijo que “es una mezcla entre flama y candeal, diferente al resto de panes que se producen en Castilla y León”. “Harina, agua, masa madre, sal y levadura son los ingredientes de un pan que, según los sensoriales tiene: Un aspecto artesano tradicional con un ligero brillo en su corteza. Un olor que desprende intensidad media a pan tostado. La corteza no es muy gruesa pero crujiente en la boca ligeramente cremosa y muy tierna en la boca. El aroma y el sabor son sus principales características. El proceso de elaboración de este pan se basa en el saber hacer tradicional que se basa en distintas fases: el amasado, formado manual del producto, la fermentación y la cocción en hornos durante el tiempo necesario para adquirir el color tostado necesario.
El Pan de Ávila se ha comenzado a elaborar y a comercializar en distintas partes de la provincia: Valle del Tiétar Sotillo de la Adrada y Vega del Valle del Alberche-Navaluenga, Las Navas del Marqués, Martiherrero, Valle Amblés -Muñogalindo y Narrillos de San Leonardo – Por el momento son seis las panaderías y tahonas acometen la producción de este pan y que abarcan todas las zonas de la provincia mencionadas: Panadería Corralejo (Navaluenga), Tahona Araujo (Narrillos de San Leonardo), Panadería Rafael Hernández (Muñogalindo), Panadería Martiherrero (Martiherrero), Horno del Marqués (Las Navas del Marqués), La Tahona de Sotillo (Sotillo de la Adrada). En los próximos meses se irán incorporando nuevos obradores y otras zonas de la provincia.
El Pan de Ávila se va a comercializará en dos formatos: familiar (en torno a 500 gramos) y Hostelería (150 gramos). Todos los establecimientos donde se comercializará el Pan de Ávila contarán con un distintivo y cada pieza tendrá un número de serie para protegerse de posibles fraudes.