Opinión

Cargando cruces

Una mujer se acurruca entre sus brazos. Imagen de Diana Cibotari en Pixabay

 

[dropcap]E[/dropcap]n una noticia aparecida en los medios, se pone en la mesa, el debate del arrepentimiento.¿Que puede haber detrás de alguien que se arrepiente, reconoce hechos y pide perdón a su víctima, después de años negándolo?¿Es real ese arrepentimiento?

Años en los que a la victima se le ha tachado de mentirosa y se le ha acusado de destrozar familias con hechos que fueron probados. No entraré en el debate en el que el juez lo calificó de ”ambiente festivo“, simplemente diré que esto no es un ‘hecho aislado’ y no me refiero al delito en sí, que ya clama al cielo y estamos viendo que sigue pasando con más frecuencia lamentablemente, pero sí me refiero al trato que reciben las victimas de esto y de otras barbaridades como la que yo defiendo.

Con hechos probados, se tacha de mentirosos/as, se señalan familias, se les hace el vacío por sus propios iguales y no contentos con todo ello, se les ‘invita’ a dejar de asistir a entornos habituales como son actividades lúdicas o extraescolares porque allí no son bienvenidos.

No son las víctimas las que estropean el ambiente, ni joroban ratios. Tampoco les gusta aparecer en estadísticas, ni por supuesto les atrae que se les mire con desprecio, pena o vergüenza por la calle.

No tienen la culpa de estar en una parte de una sociedad carente de valores, que se posiciona hacía donde se piensa que puede estar el” ganador”. No se trata de quien ha perdido o ha ganado más, porque la respuesta es más que evidente.

Una persona que ha sido víctima de un maltrato, de un delito, vamos a llamarlo como queramos, ya que seguimos teniendo la mala costumbre de no llamar a las cosas por su nombre, indudablemente pierde y mucho, en ocasiones hasta la vida.

La impotencia que supone para una persona, que ya tiene bastante con intentar volver a ponerse en pie, ante hechos cobardes y mezquinos, ver el trato que en ocasiones reciben, las habladurías y las acciones por parte de otros y otras impide que salgan hasta de su propia casa y se convierte en una “cruz“más que parte de esta sociedad se encarga de que no la pueda cargar.

Algunos dirán que el karma y el arrepiento existen. Personalmente todo ello lo pongo en ‘cuarentena’ cuando veo otros intereses y que nadie entona ‘mea culpa’ ante hechos dignos de la peor película de terror.

Asociación Salmantina Contra el Bullying y el Ciberbullying

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