Con la llegada del otoño llegan también sus productos de temporada. Uno de ellos son las castañas, que pueden utilizarse para un sinfín de platos, tanto dulces como salados. A pesar de ello, también es muy común comerlas solas.
Tradicionalmente las castañas se han asado a la lumbre, pero con el paso del tiempo esta técnica va dando paso al horno o la sartén. Otra forma de cocinar este alimento, más fácil, rápida y sencilla que las anteriores es utilizar el microondas.
Las castañas son un fruto seco con grandes beneficios. Son una rica fuente de ácido fólico, vitaminas B y E, hierro, calcio y fósforo. Además ayudan a la digestión, protegen la salud cardiovascular, fortalecen el sistema locomotor, regulan los niveles de azúcar en sangre, estimulan el funcionamiento del sistema nervioso y ayudan a bajar de peso gracias a sus pocas calorías y su gran poder saciante.
A la hora de comprar este producto, es recomendable elegir las castañas grandes y pesadas, con color marrón pardo. Otro de los aspectos clave es si tienen algún agujero, lo que indica que están en mal estado y que en su interior hay algún gusano o insecto.