La Policía Nacional ha detenido a un ladrón en Valencia que robo durante siete meses en más de 20 ocasiones en las mismas calles de Ruzafa, el ladrón espiaba a sus «vecinos» desde un piso que había ocupado
Mohamed B., de 43 años, instaló su cuartel general desde donde controlaba a todos sus vecinos, así que cuando decidía ir a desvalijar sus domicilios, lo hacía con toda la información en la mano.
A partir de ahí, Más de una veintena de robos en siete meses, de madrugada o a plena luz del día, sin ver al ladrón o tropezándose con él. Lo que hicieron levantar las sospechas de los vecinos que ocupan la manzana entre las calles Peris i Valero, Cabo Jubi, Los Centelles y Mestre Aguilar, en distrito de Russafa.
Por ahora, el juez de Instrucción número 10 de València le imputa 24 robos probados, varios de ellos con los moradores dentro la vivienda: once en esa manzana y otros trece en otro grupo de bloques del barrio de San Isidro.
Más robos
La investigación dio comienzo cuando agentes del grupo de Robos de la Jefatura Superior de Policía de València constataron el inusual incremento de robos en domicilios en una misma finca, la del 105 de Peris i Valero: diez entre diciembre de 2020 y mayo de este año.
Reunidas las más de 20 denuncias presentadas por los vecinos afectados, que incluso llegaron a reunirse con mandos policiales pidiendo una solución, los investigadores supieron que se descolgaba desde la azotea y que entraba y salía por las ventanas del gigantesco patio interior que da servicio a toda la manzana.
Incluso habían logrado identificar al sospechoso, ya que la Policía Científica había aislado sus huellas en algunos de los domicilios y varias de las víctimas lo habían reconocido. En varios de los asaltos los moradores de las viviendas se despertaron con sus ruidos o lo sorprendieron de día.
El escondite
En mayo, la Policía Nacional descubrió el escondrijo de Mohamed B. gracias a que el dueño de la vivienda fue a echar un vistazo. Dentro se encontró con restos de comida, un colchón y más de 60 objetos que no eran de su propiedad: el botín del que el ladrón aún no había tenido tiempo de deshacerse.
Un coche radiopatrulla quien, el 4 de julio pasado, interceptó a Mohamed B. en la calle y lo arrestó. El juez lo envió a prisión por la comisión de otros cinco robos anteriores, todos ellos en el barrio de San Isidro.
Una vez completada la investigación del grupo de robos, el juez le ha imputado otros once robos de la manzana de viviendas de Russafa, y ocho más cometidos en San Isidro, donde se refugió una vez que se dio cuenta de que el piso okupado en el 105 de Peris i Valero había sido descubierto.
Entre los efectos que se le ocuparon no solo había móviles, ordenadores o relojes. Además hallaron numerosos juegos de llaves Tenía la costumbre de llevárselas no solo para utilizar los accesos a las azoteas, sino también porque cada vez que robaba en un piso, salía tranquilamente por la puerta e incluso dejaba cerrado.