[dropcap]E[/dropcap]n un café informal, hace unos días analizando la actualidad y la vida diaria, una persona, me preguntó si yo veía lo mismo que veía ella. Falta de dignidad, transparencia y mentiras para salvar ciertas situaciones.
El teléfono, que en ocasiones si es inteligente, frenó mi respuesta, ya que precisamente aquel día después de una tarde de despacho viendo hasta donde puede llegar la miseria humana, podría haber acabado respondiendo algo no muy correcto.
Pero hoy desde aquí y esperando tener un día tranquilo, voy a contestarte, si lo veo y no solo eso, veo que en muchas ocasiones somos marionetas de un guiñol dispuesto a ser paseado por la España vaciada o más bien por la España abandonada como si se tratara de un desierto dispuesto para grabar alguna película del lejano oeste.
Veo con desconcierto como esa falta de dignidad acaba con vidas y con familias enteras. Esa falta de transparencia acaba con ilusiones e implanta el terror donde debería de haber juegos y risas.Eso mismo lleva a algunas personas a malvivir en las calles, aunque en la misma ciudad la opulencia se llena las manos y la boca mientras que con una moneda lava su conciencia.
La mentira acaba cayendo tarde o temprano a los pies de quien la dijo, aunque ya sea tarde para algunos y algunas. Para mentir hay que tener muy buena memoria, para dañar al prójimo solo se necesita una palabra o una mirada. La mentira no te hace más grande, al contrario, te hace más miserable y el ‘happy mundo’ en el que se acomodan muchos y muchas no dura toda la vida.
Veo caer delante de mis ojos personas de muy corta edad, víctimas de mentiras, falta de transparencia y sobre todo falta de dignidad, algo que precisamente no se debe perder nunca por nada, ni por nadie. No todo tiene un precio en esta vida y con algunas cosas no se negocia.
Las prioridades lamentablemente a veces dejan en la estacada a quienes tienen que ser protegidos y eso no acaba de entrar en la cabecita pensante de muchos y muchas.
No se trata de venganza, como escuche hace poco, se trata de justicia. Se trata de Derechos Humanos, aunque sigan existiendo victimas de primera y victimas de segunda en una grada en la que la falta de humanidad hace que muchos y muchas pierdan el partido de su vida.
Espero haber contestado a tu pregunta.