“Los próximos cuatro o cinco años son claves en la viabilidad del sistema” y si se quiere una “sanidad sostenible”, segura y de calidad, “tenemos que hacer reformas de calado”. Así de tajante se volvió a mostrar este martes la consejera de Sanidad, Verónica Casado, sobre la necesidad de reformar y reordenar no solo la Atención Primaria, sino el sistema en general, y hacerlo con la mejor coordinación y el apoyo de las nuevas tecnologías.
Ical.- “Aunque tuviéramos más financiación, si siempre hacemos lo mismo, vamos a tener siempre el mismo problema”, dijo, para insistir en ordenar y cambiar el modelo para adaptarlo a las necesidades reales. “La mente es como un paracaídas, funciona si la tienes abierta”.
Lo dijo en un acto público en Madrid, en el que fue presentada por el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, quien destacó de ella unas características que la “hacen imbatible”: capacidad científica, experiencia de gestión y “una médico de familia de las de verdad”. Tiene empatía, capacidad de ponerse en el corazón de los demás, inteligencia y algo que ha demostrado durante la pandemia, “una resistencia a prueba de bombas”, remarcó.
Y esa resistencia se aprecia en su capacidad de reacción ante las críticas, para las que no tiene tiempo, reconoció, porque lo que le preocupa es su trabajo como consejera para mejorar la sanidad de todos. A este cargo llegó por su preocupación por el estado que atraviesa la sanidad y que ha vivido en primera persona como médico de Familia. Fue su oportunidad para pasar a la acción, y quiere reformarla porque agoniza. “Está muy débil y a corto plazo va a tener problemas de profesionales” por lo que insistió en la necesidad de tamponar la situación, no quitando médicos del medio rural para enviarlos a los ciudades, sino organizando para prestar la mejor atención los cinco días de la semana en los pueblos y logrando que cada ciudadano de Castilla y León tenga a un médico y a una enfermera de referencia.
En este sentido recordó que en cinco años en Castilla y León se jubilarán 1.030 médicos de Familia, con una reposición que no llega a los 670, a lo que se une que hay 18 especialidades deficitarias. De ahí, que se tengan que tomar medidas por medio de la ordenación de los recursos, y acabar con las reticencias al cambio, una de las grandes amenazas, mantuvo.
Oportunidades de mejora
“Siempre he peleado y pensado en llegar a un consenso social, político y con los profesionales. En el político tenemos que avanzar”, porque hay muchas oportunidades de mejora, que pasan, también, por medidas para acabar con la precariedad laboral; equilibrar la oferta y demanda; relanzar la Atención Primaria rural y urbana, esta última con una presión asistencial muy alta; las emergencias y urgencias; incorporar a nuevos profesionales claves, como fisioterapeutas, trabajadores sociales y psicólogos.
“Apoyo tácito”
Verónica Casado reconoció sentirse sorprendida cuando escucha algunas críticas “sobre todo de los que nunca se han sentado a escuchar y a proponer iniciativas”, y destacó que cuenta con el apoyo de nueves sociedades científicas, que exigen medidas, colegios profesionales y asociaciones de pacientes. “Recibir su apoyo tácito es muy importante”.
“La politización de la sanidad es un riego grave. Nos estamos jugando la sanidad, y creo en la política con mayúsculas”, por ello intenta evitar el ruido y centrarse en una Atención Primaria que “da síntomas de cansancio”.
La consejera reiteró que la pandemia ha puesto de manifiesto las fortalezas del sistema y su plasticidad, pero también cuenta con debilidades y amenazas que se han agudizado con el COVID-19 como la soledad, la violencia, el suicidio, así como la fatiga empática, cuando ya nada te importa y que desencadena que los profesionales se quemen» por las muchas horas de trabajo.
Entre las amenazas apuntó también a la financiación; pensar que todas las soluciones están en el sistema, y no en los estilos de vida y los agentes externos, por lo que hay que abordar el problema de forma global.
Por último, destacó que su departamento tiene muchos proyectos sobre la mesa para reconstruir el sistema más allá de la reordenación y refuerzo de la Atención Primaria, como una inyección de financiación; trabajar en prevención y promoción de la salud; reforzar la atención continuada, emergencias y atención hospitalaria; así como trabajar de la mano de los profesionales; mejorar las infraestructuras y trabajar en un nuevo sistema, que se apoye en las nuevas tecnologías y también en los indicadores de actividad, de desempeño y resultados en salud.