Numerosos grupos de mujeres y estudiantes piden boicotear a los locales de ocio nocturno ante el aumento de pinchazos sospechosos y sustancias en la bebida. Piden una mayor seguridad en la entrada y la protección de los clientes.
Con la relajación de las restricciones de la pandemia, el ocio nocturno está viviendo un gran repunte. En el caso de Reino Unido, con el aumento de la actividad en pubs y discotecas, están viviendo un aumento en la presencia de narcóticos. Es el caso de inyecciones sospechosas y sustancias estupefacientes.
Debido a este problema, miles de británicos, especialmente mujeres y estudiantes, han decidido boicotear a estos locales a lo largo del país. En ciudades como Manchester, Leeds, Bournemouth, Nottingham o Bristol, con gran presencia universitaria, muchos jóvenes se han quedado en casa en la noche de este miércoles en modo de protesta.
Según ha publicado The Guardian, la sustancia de estas “inyecciones sospechosas” es similar a la conocida “droga de violación” o escopolamina. Esta se añade a las bebidas, y quienes la ingieren no recuerdan lo ocurrido mientras la sustancia está presente en su cuerpo. Por ello, es muy común su utilización para cometer agresiones sexuales.
La nueva sustancia tiene efectos similares, pero como en el nuevo método se emplea la inyección, queda una marca en el cuerpo tras su aplicación. Además, en este nuevo modus operandi, las víctimas aseguran haber llegado a perder el conocimiento.
Solo entre los meses de septiembre y octubre, el Consejo Nacional de Jefes de Policía ha confirmado 198 denuncias de pinchazos de bebidas en el país, así como 24 casos de inyecciones. Tales son las cifras que la ministra del interior, Priti Patel ha mostrado su preocupación por el tema de las mujeres drogadas en la noche británica.