[dropcap]H[/dropcap]ay ciertas declaraciones de responsables sociales que provocan una gran indignación y requiere un gran esfuerzo no perder la compostura. Me refiero a las últimas declaraciones de la “señora” Mónica Oriol, Presidenta del Círculo de Empresarios. Esta mujer que va de un lado a otro como una oveja boba, dando conferencias y afirmando con toda impunidad que “prefiere contratar a mujeres de 45 años o de menos de 25, para que no se puedan quedar embarazadas y encontrarse con un problema”, advirtiendo en actitud machista a las mujeres que pretenden alcanzar puestos directivos en las empresas de los sacrificios que hay que hacer y el precio que se paga, “o te casas con un funcionario o tienes un marido que le gusten los niños”. Y, por último, la guinda: “para que las mujeres lleguen a altos cargos no hacen falta leyes, sino sacrificios”. ¡Toma del frasco! Esto lo dice una mujer empresaria que tiene seis hijos y representa a las empresarias de este país. ¿No es esto apología de la desigualdad?
No se pueden decir más disparates juntos. Desde arremeter contra las mujeres y funcionarios hasta cuestionar a los hombres su partenidad responsable dependiendo de si le gustan o no los niños.
[pull_quote_left]Desconfiar de la capacidad de una mujer por el hecho de quedar embarazada es puro machismo.[/pull_quote_left]Es evidente que ha cometido una ilegalidad al confirmar públicamente que incumple la Constitución, la Ley Orgánica para la Igualdad y el Estatuto de los Trabajadores, entre otras normas, por discriminar a las mujeres en edad fértil a la hora de acceder a un puesto de trabajo y poner impedimientos para el desarrollo de la maternidad. La Inspección de Trabajo, debería actuar urgentemente, además de revisar todos los contratos de su empresa y aplicar las sanciones pertinentes. Desconfiar de la capacidad de una mujer por el hecho de quedar embarazada es puro machismo y, como vemos, no es exclusivo de los hombres. Está sostenido también por algunas mujeres que siguen conservando y educando en actitudes machistas sin reparar en el daño que hacen con estas conductas en la lucha por la igualdad. Las declaraciones son irresponsables, injustas y mezquinas, fruto de su ingnorancia. Demuestran una gran pobreza intelectual.
El desequilibrio de género en el mercado laboral es una evidencia. Las mujeres cada vez nos distanciamos más del resto de trabajadores. Hay menos mujeres ocupadas, más paradas, más inactivas que no perciben ningún tipo de prestación y más mujeres con contratos precarios y de media jornada. La crisis ha agravado las diferencias entre hombres y mujeres y si la discriminación no desaparece, en parte, es por empresarias como la “señora” Oriol que intentan relegar a la mujer a una posición de subordinación en el empleo, volviendo a considerar el trabajo de las mujeres como trabajo secundario y de ayuda a la familia. Desconfiar de la capacidad de una mujer por el hecho de quedar embarazada es puro machismo.
Las mujeres nos hemos incorporado al mundo del trabajo con mucho esfuerzo y con todas nuestra capacidades y potencial sin que nadie nos haya regalado nada, y muchas de ellas viven su profesión y maternidad con total normalidad a pesar de las dificultades y chinitas que nos pone en el camino este Gobierno. “Señora” Oriol, igualdad es justicia.
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