La erupción volcánica del Cumbre Vieja en La Palma se inició el pasado 19 de septiembre y continúa. Muchas preguntas han surgido sobre los volcanes desde entonces, para responder a algunas preguntamos a Daniel Hernández Barreña, vulcanólogo y geólogo de la USAL
Daniel ¿Cuándo llegarán las rocas del volcán de La Palma que van a estudiar en Salamanca?
No estamos seguros, esperemos que lo más pronto posible. Cuando los equipos que están trabajando en la isla terminen la campaña, volverán a la Península y entonces nos proporcionarán las muestras.
Sin embargo hay una profesora, Mercedes Suárez, que viajó a La Palma hace unas semanas y ha recogido muestras para sus propios estudios. Su línea de investigación es la ceniza, la mía es la lava.
¿Cómo solicitáis las muestras?
Lo hacemos colaborando con otros organismos. No podemos ir directamente a recogerlas, contactamos con otras instituciones que nos recogerán las muestras de lavas. Como investigador tú pides esas muestras, hay muy buen rollo dentro de la geología para trabajar con otros grupos.
Intentaremos tener lavas de la primera fase de la erupción (tefritas) y también las últimas lavas (basanitas). Lo ideal sería tener una variedad muy amplia para comprender al máximo la erupción.
En lo referente a la Universidad, ¿cómo se involucra la USAL en todo este proceso?
La Universidad no tiene grupo de investigación en vulcanología, no está involucrada y eso que lo intentamos hace unos años. Esta investigación la emprende cada uno por vocación en Salamanca, esta línea de investigación no se ha abierto en la USAL. El personal que tiene la Universidad que sí trabaja con volcanes suele estar asignado en otros grupos de investigación.
Tenemos investigadores muy buenos pero no las herramientas. Estos últimos años no han sido los mejores para las ciencias en Salamanca, la Universidad ha perdido mucho prestigio.
¿Qué tipos de muestras se van a traer a Salamanca?
Nosotros estudiaremos muestras de lava. Nos dedicaremos al cálculo de presión y temperatura para averiguar las condiciones de formación de esas lavas en profundidad; tendremos una idea de qué ocurre antes de que la erupción se ponga en marcha. Trabajaremos haciendo láminas delgadas, análisis geoquímicos; aprovecharemos que tenemos el edificio de I+D+I con el laboratorio de isótopos estables.
Daniel, ¿qué importancia tiene estudiar estas muestras de lava?
Lo primero, te sirve para comprender cómo ha sido la erupción, pero no solo en la superficie, sino en su profundidad. Si analizamos esos minerales podemos saber qué condiciones tiene el magma a esas profundidades y es muy útil de cara al futuro para hacer predicciones. Todo lo que podamos anticiparnos a la salida del material a la superficie es tiempo que ganamos a la hora de evacuar.
No podemos quedarnos únicamente con el momento de la erupción, solo te ofrece un margen de días u horas para estudiarlo (en el caso de La Palma han sido horas). Cuando se está llenando la cámara magmática del volcán hay que buscar un indicador que nos sirva para decir: si ocurre esto es porque la erupción está a punto.
¿Estudiar estas muestras ofrecerá avances en otros campos?
Por supuesto. Se pueden iniciar estudios para comprobar si las cenizas se pueden utilizar para elaborar ladrillos. También, si es posible convertir estas cenizas en abono mineral. En caso afirmativo, nos mostraría que la isla tiene materiales de construcción naturales y que puede subsistir por su cuenta sin importar recursos de construcción del exterior.
Otra alternativa es estudiar las rocas por atesorar el simple conocimiento. Ahora tal vez no le encontremos una utilidad a esta información, pero en veinte años puede que alguien le vea un uso gracias a que nosotros investigamos en su momento.
El volcán de Cumbre Vieja no se ha caracterizado por su alto nivel de explosividad. ¿Por qué sucede de esta manera?
La razón es que expulsa rocas básicas: tefritas y basanita, estas tienen un contenido en sílice menor. Cuando las rocas tienen una composición mayor en sílice, se les denomina ácidas y al ser expulsadas durante una erupción son más explosivas.
Ocurre así porque las rocas ácidas desarrollan magmas ácidos, estos fluyen menos y los gases tardan más en salir, lo que genera explosiones más violentas. Por otro lado, las rocas básicas son más fluidas, pierden los gases enseguida y no son tan explosivos.
El índice de explosividad se mide con una clasificación del 0-8, y el de La Palma tiene solo 2, es muy bajito. El que sepultó a Pompeya alcanzó un nivel 5, y el del Krakatoa que generó el ruido más potente desde que existe el hombre, fue de nivel 6.
¿Qué novedades ofrece estudiar un volcán durante su erupción?
Nos permite analizar la evolución que siguen las erupciones y contrastar la información que tenemos de las rocas volcánicas. También nos permite obtener datos de los riesgos tras una variación durante la erupción. Este caso en especial nos servirá para comprender mejor el origen de las Islas Canarias.
Una pregunta que interesará a los cazadores de tesoros. ¿Un volcán puede expulsar gemas?
Más que gemas puedes encontrar minerales de origen magmático. El mineral está, pero que tenga valor como gema es mucho más complicado. Un volcán no libera joyas como tal. Si expulsa algo de cierto valor sería una locura buscarlos entre el magma, en la lava todos los minerales están muy mezclados. Es mejor esperar a que la naturaleza acumule estas joyas en depósitos naturales.
Hablando de joyas, se ha hablado últimamente del olivino que expulsa el Cumbre Vieja. ¿Qué valor real tiene?
Se le está dando mucha más importancia y no entiendo el motivo. Es uno de los minerales magmáticos más comunes del planeta. Hay playas cuya arena son cristales de olivino, como sería el caso de muchas de las playas de Canarias. El olivino puede llegar a tener calidad de gema, pero es muy poco común. Si quieres recoger este mineral, lo mejor que puedes hacer es lo que mencioné anteriormente: esperas a que la naturaleza lo acumule en una playa u orilla de un río.
Allá va una pregunta arriesgada para cualquier vulcanólogo. ¿Pondría alguna fecha para marcar el final de la erupción del Cumbre Vieja?
No se puede saber. Los volcanes cambian constantemente, podría parecer que se va a detener y a continuación volver a activarse. Es más, hubo un par de días donde cesó para volver más fuerte que nunca.
Lo que sí puedo certificar es que en Canarias cuando un cono o boca que está en erupción se apaga, este no vuelve a soltar lava nunca más. Habrá otra erupción en el futuro, pero ocurrirá por otro sitio. El magma tendrá que buscar otra salida para su próxima aparición.
Por último, Daniel. ¿Qué cambios sufrirá La Palma?, ¿los habrá irreversibles?
La geografía va a cambiar, eso seguro. Las coladas de lava son un terreno nuevo que tiene mayor altura que la superficie anterior. En cuanto a cambios irreversibles: los conos. Estos no van a desaparecer, lo harán con la erosión a lo largo de millones de años. También las lavas dejarán huella: por ejemplo, en la Península Ibérica tenemos coladas de lava en zonas donde no existe vulcanismo desde hace más de diez mil años.
Pero no serán cambios perjudiciales para la isla. Las islas volcánicas cambian constantemente y se adaptan. Además, el suelo volcánico es fértil. El único problema es la zona donde se ha extendido la colada, aquí es más complicado al ser roca, y el tipo de colada de La Palma es especialmente difícil cultivar sobre ella.
? Imágenes de la caída de lava del volcán de La Palma sobre la playa de los Guirres, en un lateral de la fajana previamente creada por la colada principal
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