La pregunta que se hace todo comprador de vivienda: ¿El precio del inmueble es caro o barato para lo que ofrece? No es fácil de desentrañar esta cuestión, pero hay ciertos condicionantes a los que nos podemos atener a la hora de escoger un hogar.
Que el inmueble sea barato o caro depende de un factor fundamental: el precio de mercado. Según explica la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), «el precio de mercado es el máximo precio en el que se estima que se puede vender una determinada propiedad, convenientemente publicitada y comercializada, durante el tiempo suficiente para que sea conocida por la mayoría de la demanda compradora, y en una condición de mercado normalizada, no excepcional».
Solo existe una manera para conocer si el precio de la vivienda está por debajo o por encima del valor de mercado. Se debe realizar un estudio en el que se contemplen los inmuebles ubicados en la misma zona y que compartan características similares a las de la vivienda que se desea comprar. Otra posibilidad es acudir a profesionales inmobiliarios que estén dispuestos a asesorar en este campo.
Un factor importante a la hora de adquirir una vivienda es el tiempo que lleva activa esa oferta. Es así porque una propiedad que esté en venta por el precio de mercado con mucha probabilidad no estará disponible más de un mes.
El precio
Los expertos señalan la importancia de la ubicación del inmueble como el condicionante más importante. También hay otros: la tipología de la vivienda, la situación de mercado y la altura a la que se encuentra si está localizado dentro de un bloque de viviendas —más altura mayor precio por metro cuadrado.
La superficie del inmueble también es un factor importante. Más condicionantes son: la antigüedad de la vivienda, la calidad de sus instalaciones y los equipamientos que lleva integrados. La existencia de un ascensor eleva el precio.