La consejera de Educación, Rocío Lucas, aprovechó este miércoles su participación la Conferencia General de Política Universitaria para reclamar la retirada del anteproyecto de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) hasta contar con un «mínimo» consenso con la comunidad educativa y las autonomías. No en vano, recordó que la reforma supone para las comunidades autónomas un incremento presupuestario «importante», principalmente en materia de personal.
Ical.- Durante la reunión telemática, Lucas expuso que Castilla y León no ve sus demandas «satisfechas» ni cambios «significativos» tras analizar el último borrador de la norma enviado por el Ministerio de Universidades. Además, manifestó que el debate sobre esta nueva ley debería plantearse una vez alcanzados los grandes consensos con toda la comunidad universitaria, además de llegar a un acuerdo con las autonomías.
La consejera también reiteró la necesidad de una EBAU única y pidió la participación de las comunidades autónomas en el diseño de la nueva prueba de acceso a la universidad que anuncia la ministra de Educación y Formación Profesional y para la que, según sus declaraciones, únicamente estarían contando con la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE).
En este sentido, Rocío Lucas recordó que aún no se ha publicado la orden ministerial que debe regir la organización de la EBAU de este curso 2021-2022, por lo que advirtio que «cualquier» cambio que se incorpore será «difícil» de asumir con las programaciones en marcha.