El macropuente de la Constitución se ha convertido en una buena oportunidad para el turismo en Salamanca, que a falta de estudiantes por la noche, ha recibido a miles de visitantes.
A las clásicas modalidades de practicar turismo se ha producido un auge del caravaning, viajar con la casa a cuestas en autocaranava, para esquivar las restricciones anticovid y reducir las posibilidades de contagio al moverse en una burbuja familiar o de amigos.
Las zonas donde habitualmente aparcan las autocaravanas en Salamanca capital mostraban un casi lleno este sábado.
En Salas Bajas casi había overbooking y en la zona junto al puente Enrique Estevan había otra decena, pero los turismos le había arrebatado el espacio a nuevos usuarios de autocaravanas, que tendrán que buscarse otras alternativas.