Salamanca amaneció este domingo arropada por la niebla. Sus calles casi vacías a primera hora de la mañana dejaban ver el binomio que conforman la niebla y la monumentalidad de Salamanca, ese velo fino que deja entrever la belleza arquitectónica de la ciudad chara.
Salamanca y la niebla forman un dúo tan bien avenido que incluso hay un dicho: ‘mañanita de niebla, tarde de paseo’.
Para ver la galería de fotografías, sigue la flecha.