Escasa afluencia de jóvenes en las primeras horas de la Nochevieja Universitaria, que se preveía multitudinaria y acabó en una noche desangelada, al menos hasta la una de la madrugada.
Si sales una noche y al día siguiente te dicen que cómo estaba y respondes que no había nada, pues eso es lo que dio de sí la Nochevieja Universitaria 2021.
Se habían organizado cotillones en algunos bares (como los del grupo Kandhavia), pero apenas había ambiente por la calle y los bares estaban bastante ventilados, para descanso de los vecinos y alivio del resto de los salmantinos que temían que esto fue un polvorín biológico a las puertas de la Navidad.
Las doce campanadas en el reloj de la Plaza hacían eco, como la música en los bares, y una considerable despliegue de las policías Local y Nacional controlaban, casi con marcaje individual, a los asistentes al cambio del día.
Se sospechaba que había fiestas particulares en los pisos, cuyos participantes suelen ir luego a las discotecas y after.