De nuevo la gestión de la pandemia ha quedado en manos de los ciudadanos en las fiestas de Navidad, en esta ocasión en plena sexta ola y con las vacunas muy extendidas. Menos mal que contaremos con la inestimable colaboración del tiempo, que será propicio para abrir las ventanas de par en par durante las concentraciones familiares y ventilar las estancias. El principal mecanismo preventivo en interiores.
Parece que se da por descontado el riesgo de contagiarse con tal de no renunciar a las cenas y comidas familiares, a pesar de lo que diga la OMS, que esta semana envió el mensaje de que es «mejor aplazar que celebrar y estar de luto. Un evento cancelado es mejor que una vida cancelada.
No se renunció a las celebraciones en 2020, cuando no estábamos vacunados, así este año es previsible lo que ocurrirá.
Como se dan por inevitables las reuniones para cenar en Nochebuena y comer en Navidad, los expertos recomiendan ventilar la estancia, mantener la distancia de seguridad en lo que se pueda y ponerse la mascarilla cuando no se esté comiendo o bebiendo. «En caso de decidir mantener la cena o comida navideña (no es ninguna locura restringirla o limitar asistentes, todo lo contrario), hay que intentar reducir el riesgo al máximo. Las herramientas son conocidas: reducir el tiempo sin mascarilla, ventilar todo lo posible, usar FFP2 bien ajustada, intentar hacer burbujas familiares, etc. Creo que a estas alturas todos sabemos de qué va esto. Otra herramienta son los test de antígenos que son útiles sobre todo si se hacen repetidos (negativo hoy puede ser + mañana)», señala el internista del Hospital Universitario de Salamanca Miguel Marcos, en un hilo e Twitter donde aborda la Navidad.
Y, sobre todo, hay que tener presenta lo que señala el doctor. «Añado la constatación de que se ha perdido el control sobre la ola, lo que solo pone de manifiesto que habrá muchos contagios si quedas para comer o cenar con no convivientes. La decisión es de cada uno pero no podemos recomendar otra cosa que precaución», explica.
La ventilación, uno de los principales escudos protectores, podrá ser más fácil tanto en Nochebuena como en la comida de Navidad, porque las temperaturas en Salamanca serán algo templadas, entre 8 y 9 grados en Nochebuena y un par de grados más en la comida del 25D, lo cual permitirá abrir las ventanas sin cogerse una pulmonía.
Nochebuena, por horas:
Noche del viernes al sábado, por horas.
Navidad, por horas: