Unos jóvenes salmantinos terminaron la Nochevieja de un modo que no habían podido imaginarse mientras estaban de fiesta.
Eran las nueve y media de la mañana cuando regresaban a casa, y al llegar al cruce con la calle Pontevedra, algo debió ocurrir, porque el coche no siguió ni por Comuneros ni por la calle Pontevedra.
Se empotró contra la fachada de un bar que hace chaflán, llamando inmediatamente la atención de los pocos transeúntes que a esas horas andaban por la calle.
El coche sufrió un considerable desperfecto en la parte del faro del conductor, pero no hubo heridos.
Mientras se decidía qué hacer, uno de los que se habían acercado recomendó al conductor que avisara a la grúa.
También acudió la Policía Local y el conductor dio positivo en alcoholemia.