[dropcap]P[/dropcap]asear por el Casco Histórico de Salamanca además de hermoso es aconsejable. Adentrarse por la zona donde en su día se levantó el barrio judío de la ciudad, con sus calles estrechas y serpenteantes es un lujo,
Por ello, llama tanto la atención que los señores que gobiernan el Ayuntamiento le presten tan poca atención a esta zona. Sabemos que las pintadas son el pan nuestro de cada día, pero estaría bien que destinaran un poquito del presupuesto y de operarios a intentar eliminarlas.
Sobre todo porque esta es la imagen que también se llevan de Salamanca, una ciudad preciosa, donde sus calles están limpias, pero sus paredes y puertas no tanto.
Para muestra un botón, la puerta del Conservatorio Profesional, ubicado en la calle Tahonas Viejas. Parte del edificio que alberga el estudio de música perteneció al Antiguo Colegio Santa Cruz de Cañizares. Es una pena el evidente deterioro y la despreocupación municipal.
Por. Un paseante muy salmantino.