Durante varias semanas las ciudades y los establecimientos comerciales se transforman. Las calles se adoran con luces de colores y los escaparates e interiores de tiendas y grandes superficies se llenan de guirnaldas de colores entre otros artículos decorativos.
Entre ellos, El Corte Inglés, que sobre todo la primera planta, cambia su estilo. Pero, la noche del 5 al 6 de enero, el trabajo que realizan los operarios de limpieza y el personal es muy intenso para que el día 7, justo a la hora de abrir las puertas, de la Navidad no quede ni rastro y solo se vean cartelones anunciadores de descuentos.
Son horas intensas, para cambiar referencias, quitar adornos y mostrar una visión mucho más neutra. El trabajo que realizan las decenas de operarios es perfecto y muy bien afinado.
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