Es de día, son las 8 h 34 minutos del 5 de enero. Las luces de la ciudad están apagadas. Casi todas. Podríamos leer cualquier libro con la luz natural. Pero las pistas deportivas del Puente Romano siguen luminadas. Y las del mismo puente, donde ya hay bastante más luz que en cualquier calle de la ciudad.
La primera fuente de energía es el ahorro. Esto se comprende muy bien cuando se reforma una vivienda y se aisla térmicamente. Con mucho menos gasto energético se puede mejorar el confort. Esto, que lo sabemos desde hace muchas décadas, nuestro Ayuntamiento aún no lo sabe o no quiere saberlo. En nuestra ciudad se sigue iluminando inadecuadamente con intensidad, horarios y tipo de farolas poco eficientes. que pierden mucha energía hacia el cielo.
Otra contaminación más: la lumínica, que afecta a muchas aves. El precio de la electricidad está por las nubes, pero eso tampoco parece preocuparle a nuestro alcalde.
Por. Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca
