Los socialistas exigen al Gobierno municipal que priorice la atención a las personas en situación de vulnerabilidad ya que el retraso injustificado en el pago de este tipo de prestación afecta a decenas de familias que necesitan ese importe urgentemente para pagar la comida diaria o la mensualidad del alquiler de su vivienda
El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Salamanca exige al equipo de Gobierno municipal que resuelva de manera inmediata el pago de las ayudas de emergencia social de enero, ya que sus perceptores aún no han recibido la cantidad correspondiente para cubrir necesidades básicas de subsistencia, como la alimentación, alquiler, suministros o tratamientos médicos y farmacológicos.
Tras detectar y comprobar numerosos casos de personas afectadas, los concejales del PSOE ya han planteado en la comisión semanal de Bienestar Social el retraso en el abono de este tipo de prestaciones y han denunciado que, una vez más, en el primer mes del año, muchas familias salmantinas vuelven a ver cómo su Ayuntamiento, sin ofrecer ninguna explicación, «no ingresa estas ayudas a tiempo», cuando precisamente son de carácter urgente y vitales para quienes atraviesan una situación de vulnerabilidad.
El trámite para la concesión de las ayudas de emergencia social se inicia en los Centros de Acción Social (CEAS) y finaliza con la orden de transferencia del importe aprobado, en caso de que la solicitud cumpla los requisitos establecidos. En este sentido, a juicio de los socialistas, «no tiene justificación alguna los retrasos en los pagos de enero», ya que muchas familias llevan meses con estas ayudas aprobadas y no siempre se trata de nuevos expedientes que puedan estar pendientes de tramitación, de tal manera que solamente la falta de competencia y de previsión del equipo de Gobierno municipal explicarían estas demoras al inicio de año.
Por todo lo anterior, el Grupo Socialista exige al Gobierno municipal de PP y Ciudadanos que solucione el problema de manera inmediata y demuestre mayor diligencia a la hora de dar respuesta a las familias que necesitan atención urgente o se encuentran en riesgo de exclusión social o económica para que no vuelva a ocurrir esta desorganización en la gestión de ayudas, puesto que, no hay que olvidar, cualquier retraso en su abono contribuye a empeorar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.