Opinión

El bueno, el feo y el malo: La película de las macrogranjas

Una macrogranja de cerdos. Fotografía. Ecologistas en Acción.
Una macrogranja de cerdos. Fotografía. Ecologistas en Acción.

La Campiña Segoviana, en pie de guerra contra las macrogranjas «No queremos ser la pocilga de España». Plataforma Futuro Limpio Campiña Segoviana(2022)

“Las macrogranjas están arruinando la riqueza natural de la España rural”. Coordinadora estatal Stop Ganadería Industrial(2022)

 

[dropcap]¿[/dropcap]Qué fue primero el huevo o la gallina? ¿Qué es más importante la idea o el autor? En ocasiones las dos cosas. Vienen estas preguntas a cuento de la cacería que se ha desatado en España contra el ministro de consumo, el Sr. Garzón, a propósito de unas declaraciones suyas sobre la calidad de la carne. El desprestigio actual del ejercicio político y la desafección de los ciudadanos tiene mucho que ver con la forma en la que ejercen la política los partidos y los propios políticos donde la mentira y el ‘todo vale’ tienen ‘barra libre’. Antes la mentira tenía un precio, ahora no: miente que algo queda.

El diario de las Cortes de Castilla y León, de fecha 20 de marzo de 2018, en su página 8202 recoge una intervención del entonces presidente del PP y presidente de la Junta de CyL Juan Vicente Herrera donde señala: «Nosotros seguimos apostando por un modelo ganadero competitivo, un modelo que aporte riqueza y población al mundo rural. Dentro de ello, para nosotros la prioridad es apostar y apoyar la modernización de las explotaciones ganaderas actualmente existentes y reforzar un modelo muy de esta Comunidad, como es el cooperativismo. En esa dirección estamos.  No es, por tanto, el modelo que desde la Junta ni pretendamos ni apoyamos el de las macrogranjas».

También existen abundantes declaraciones en contra de las macrogranjas por parte del PSOE. Pedro Sánchez declaraba en 2019: «Queremos alimentos más sanos y respetuosos con el medio ambiente. Apostamos por una ganadería sostenible, a menor escala, de gran valor ambiental y que genere empleo en el medio rural. Esta es una de nuestras propuestas para abordar la crisis climática”.

Como ciudadano me indigna el ejercicio político manipulador, basado en la mentira, que nos toma por votantes tontos y alienados, pero en el caso que nos ocupa me indigna especialmente la deslealtad mostrada por algunos de los ‘artistas’ que han saltado espontáneamente a la pista del circo a montar su número. Esta forma de ejercer la política es desmotivadora y, por tanto, desmovilizadora y hace más fácil comprender el abstencionismo de izquierdas o tener que ir a votar ‘con una pinza en la nariz’.

Unas declaraciones perfectamente razonables acerca de la calidad de la carne que procede de ganaderías extensivas o de las macrogranjas (que no son lo mismo) se ha utilizado para realizar una campaña de lapidación pública, iniciada por el PP que pretende sacar réditos electorales de un bulo que ellos mismos han creado, haciendo una interpretación sacada de contexto, torticera y sesgada de las declaraciones del ministro. Como en todas las lapidaciones una vez arrojada la primera piedra los mirones (periodistas y tertulianos a sueldo) jalean a las turbas y las incitan al lanzamiento de piedras sin preguntar el porqué de la ejecución (algo habrá hecho).

La oposición a las macrogranjas, por la peor calidad de la carne y el atentado ecológico que suponen se extiende por toda Europa. Los gobiernos holandés y alemán se han posicionado al respecto al igual que numerosas organizaciones europeas medioambientales y del medio rural.

El comisario europeo de agricultura Janusz Wojciechowski señala que en «las granjas más pequeñas es más fácil asegurar buenos estándares de bienestar animal y lograr la sostenibilidad de la producción y reconoce el problema de las macrogranjas y precisa que Bruselas quiere promover las explotaciones de pequeñas dimensiones. Uno de los objetivos más importantes de la Política Agrícola Común (PAC) es apoyar a las pequeñas y medianas explotaciones».

La Agenda 2030 del Gobierno de España lo contempla entre sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La Comisión Europea ha advertido al Gobierno de España acerca posibles sanciones al respecto y ha llevado a nuestro país ante la justicia.

En la hemeroteca encontramos declaraciones similares a las del ministro de consumo de políticos de los dos partidos mayoritarios, el PP y el PSOE, incluidos Pablo Casado y Pedro Sánchez, y especialmente de políticos de corporaciones locales que se oponen a la instalación de nuevas granjas, incluidos muchos gobernados por el PP.

La población de las zonas afectadas rechaza que se instalen en sus territorios. Muchos ganaderos a título individual y asociaciones de ganaderos vienen reclamando que se ponga fin a dicha práctica y, sin embargo, ahora algunos de ellos con tal de atacar al Sr. Garzón, ¡ese ministro comunista!, donde decían digo dicen Diego, contraviniendo sus propios intereses.

Pero también hay que decir que han desencadenado una ola de simpatía a favor del Sr. Garzón que crece cada día que pasa y una enorme cantidad de posicionamientos en contra de las macrogranjas, es decir que al lobby cárnico que las apoya (políticos y medios incluidos) les ha salido el tiro por la culata, y la ola de simpatía crece cada día que pasa, aunque los medios de comunicación que han participado en la lapidación lo ignoren intencionadamente (quien paga manda).

Está práctica de lapidar al rival la están llevando a cabo en Castilla y León especialmente, porqué creen haber encontrado un filón para obtener la mayoría absoluta en las próximas elecciones del 13 de febrero, en mi opinión un error estratégico por su parte, porque los intereses de esta comunidad en general y de Salamanca en particular, y supongo que los votos, están mucho más del lado de la ganadería extensiva y de los pequeños ganaderos, que de las corporaciones multinacionales que explotan las macrogranjas desde lejos y contaminan las aguas y arrasan el territorio. No creo que les interese quedar como defensores de las macrogranjas, aunque no soy ningún estratega electoral me parece un error de bulto.

Sin embargo, lamentablemente, han tenido eco en una clac del partido socialista. Lo mejor de todo es que, mirando en la hemeroteca y en los boletines oficiales de Castilla-La Mancha y de Aragón, cuyos presidentes dirigen la clac, se pueden encontrar pronunciamientos similares a los del ministro realizadas por los prebostes que gobiernan estas comunidades.

En este caso, la actitud de Lambán y García-Page solicitando el cese del Sr. Garzón son contradictorias con los intereses de los agricultores de Aragón y de Castilla-La Mancha y con las propias políticas que impulsan en sus autonomías: Castilla-La Mancha ha decretado una moratoria al respecto y Aragón la está tramitando. Está actitud desleal de oportunismo político interno es deleznable. También lo es la actitud de parte del Gobierno de España y de su presidente que, en vez de afrontar de cara el problema, explicar la verdad de dichas declaraciones y enfrentarse al bulo, se han sumado al coro de fariseos gritando a Pilatos: ¡crucifícalo!, ¡crucifícalo!

En el caso de Castilla y León agricultores y ganaderos locales, esos que crían el ganado con un mimo y un celo encomiable, que saben separar el grano de la paja, comienzan a manifestarse en contra de las macrogranjas y a favor de lo declarado por el Sr. Garzón, diferenciando que políticos buscan el voto defendiendo los intereses de Castilla y León y que otros defienden las macrogranjas industriales que atentan contra esta región. Algunas asociaciones de pequeños ganaderos ya se han reunido con el Sr. Garzón y le han trasmitido la necesidad de regular el etiquetado de la carne para que se conozca su procedencia, algo que el ministro se ha comprometido a poner en marcha.

Sería muy clarificador un pronunciamiento de todos los candidatos y dado que algunos partidos ya lo han hecho, de forma torticera y alimentando el bulo, sería muy conveniente que se pronunciara claramente, sin ambages, el candidato del partido socialista el señor Luis Tudanca y los cabezas de lista del PSOE en todas las provincias, incluso aunque tengan que ir pueblo por pueblo explicando su postura a ganaderos y agricultores. La pedagogía siempre es necesaria y también se peca por omisiónal tratar de ponerse de perfil, o por practicar la política del avestruz, incluso en tiempo de elecciones.

Cada día que pasa se desinfla el globo y los que han utilizado políticamente el bulo cambian de argumentario, bien negando que existan macrogranjas o utilizando discusiones terminológicas para mantenella y no enmendalla, a la vez que ponen sobre la mesa que la ganadería intensiva de las macrogranjas es la única posibilidad de ofrecer al mercado carne a precios asequibles, puesto que la carne de ganaderías extensivas y de pequeños ganaderos es mucho más cara. Algo también desmentido por el comisario europeo de agricultura.

En todo este asunto el único que se ha comportado como un señor es el ministro de Consumo, el resto no merecen el encabezamiento de señores. Dejo a ustedes que elijan quien es el bueno, el feo y el malo en esta película.

Postdata: espero que todos aquellos que directa o indirectamente se manifiestan a favor de las macrogranjas, especialmente los políticos, cuando asistan a restaurantes, soliciten carne procedente de esas instalaciones que aseguran es más barata y así los almuerzos y reuniones de trabajo que realizan frecuentemente y pagados con dinero público, saldrán más baratos al erario público, es decir a ustedes y a mí.

1 comentario en «El bueno, el feo y el malo: La película de las macrogranjas»

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