Unicaja Banco señaló que las ventas de las empresas cayeron un 10,8 por ciento en Castilla y León en 2020, cinco décimas menos que la media nacional, entre los que destacan, con una mayor intensidad, los servicios no comerciales (-16,4 por ciento) y el comercio (-11,1).
Ical- Así se constata en el informe ‘Análisis Económico-Financiero de la Empresa de Castilla y León 2021’, elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco), un informe que se enmarcan dentro de la política de apoyo de la entidad al sector empresarial y al fomento de la actividad emprendedora, y se basa en un detallado y pormenorizado análisis de las cuentas anuales presentadas por más de 800.000 sociedades en los registros mercantiles de España, de las que 37.500 empresas se localizan en Castilla y León.
En este sentido, al inicio de 2020 desarrollaban su actividad en Castilla y León 160.199 empresas, 1.208 menos que en el ejercicio anterior, lo que supone un descenso del 0,7 por ciento en términos relativos. Esta cifra representa el 4,7 por ciento del total nacional. La densidad empresarial por cada mil habitantes alcanzó en Castilla y León un valor de 66,9, mostrando un incremento de 1,7 con relación a 2015.
En lo que concierne a su estructura por tamaños, las empresas sin asalariados representan el 55,1 por ciento del total, las de 1 a 9 trabajadores, el 41 por ciento, las de 10 a 99, el 3,7, y las de 100 o más, el 0,2 por ciento. Desde 2015 aumentaron las empresas en los tramos de más de 100 trabajadores (18,9 por ciento), de 10 a 99 (8,9 por ciento) y sin asalariados (1,2), mientras que disminuyeron para el grupo de 1 a 9 trabajadores (3,7 por ciento).
Por sector de actividad, las empresas dedicadas al comercio, hostelería y transporte concentran el 38,9 por ciento del total, las del resto de servicios el 39,6 por ciento, las de construcción, el 14,3 por ciento, y las del sector industrial, el 7,2. En relación con 2015, las empresas de servicios no vinculadas al comercio crecieron un 10,2 por ciento, reduciéndose las de comercio, hostelería y transporte un 7,6 por ciento, las del sector construcción un 5,8 y las industriales, un 0,6 por ciento.
Desde una óptica territorial, en la provincia de Valladolid se localizan 33.456 empresas (20,9 por ciento del total, es decir, una de cada cinco). Le siguen León, con 30.838 (19,2 por ciento), Burgos, 25.593 (16 por ciento), Salamanca, 22.380 (14 por ciento), Zamora, 11.408 (7,1 por ciento), Segovia, 10.825 (6,8 por ciento), Ávila, 10.198 (6,4 por ciento), Palencia, 9.813 (6,1 por ciento) y Soria, con 5.688 (3,6 por ciento). En términos de densidad empresarial, las provincias de Burgos (71,6 empresas por cada mil habitantes), Segovia (70,5), Salamanca (68,0) y León (67,6) superan a la media autonómica.
Por otra parte, en 2020 se constituyeron en Castilla y León 2.188 sociedades mercantiles, lo que representa el 2,8 por ciento del total nacional. Asimismo, se disolvieron 937 sociedades (4,6 por ciento del conjunto de España), de las que el 7,7 por ciento derivó de operaciones de fusión.
Referencias
Para el período 2016-2019 se han identificado en Castilla y León 2.622 sociedades que cumplen los criterios de excelencia, de las que 1.130 empresas son catalogadas como ‘Líderes’ (tres por ciento de la muestra disponible), 796 como ‘Gacelas’ (2,7 por ciento) y 696 de ‘Alta rentabilidad’ (2,2 por ciento).
Atendiendo a la distribución sectorial del conjunto de las empresas de excelencia, destaca el mayor peso de las empresas de servicios no comerciales (cuatro de cada diez), por delante de las de la industria (26,9 por ciento), el sector comercio (18,1), la construcción (11,9 por ciento) y la agricultura (4,4 por ciento).
Por tipologías, en las ‘Líderes’ es más elevado el peso de la industria (42,2 por ciento) y de los servicios distintos al comercio (30,6); en las ‘Gacelas’, los servicios (37,6), seguido del comercio (22,4) y de la construcción (21,4 por ciento); y en la ‘Alta rentabilidad’, las empresas de servicios no comerciales aportan el 53 por ciento del colectivo.
Por provincias, Valladolid (27,4 por ciento), Burgos (16,8) y León (15,8 por ciento) concentran el mayor número de empresas de referencia de Castilla y León. Distinguiendo por tipologías, en Valladolid (26,9 por ciento) y Burgos (21,8 por ciento) se localiza la mayor concentración de ‘Líderes’; en Valladolid (27,6) y León (18,7 por ciento), de ‘Gacelas’; y en Valladolid (28 por ciento), León (16,4) y Salamanca (15,8) de empresas de ‘Alta rentabilidad’. Destaca el peso de los servicios en las referencias de Valladolid (44,8 por ciento del total provincial), Palencia (41) y León (39,8 por ciento); de la industria en Burgos y Soria (35,8 por ciento) y Zamora (29 por ciento); del comercio en Zamora (26,2) y León (23,4); de la construcción en Ávila (21); y de la agricultura en Segovia (16,2 por ciento).
Análisis y avance de 2019
En 2019, las ventas de las empresas de Castilla y León crecieron en conjunto un 2,3 por ciento (3,5 por ciento en España). Desde una perspectiva sectorial, el mayor aumento se ha producido en la construcción (nueve por ciento), seguido de la agricultura (8,8) y de los servicios no comerciales (ocho por ciento). Por provincias, destaca el aumento en las empresas de Segovia (8,5), Soria (7,2), Zamora (6,4) y León (5,3 por ciento).
El resultado del ejercicio representa el 4,8 por ciento de las ventas, 0,7 puntos porcentuales más que en el ejercicio anterior (ocho por ciento en España), destacando el mayor peso que muestra en los servicios no comerciales (12,1 por ciento). Siete de cada diez sociedades radicadas en Castilla y León han obtenido beneficios en 2019, porcentaje superior al del conjunto de España (66,4 por ciento), incrementándose en 1,6 puntos porcentuales con respecto al ejercicio anterior (1,3 puntos porcentuales en España).
Por otro lado, en 2019 la inversión aumentó un 4,4 por ciento (3,4 en España), sustentada en un crecimiento más elevado del activo no corriente (5,2 por ciento) que del corriente (3,4), constatándose un mayor repunte de la inversión total en la agricultura (6,3 por ciento).
En cuanto a la financiación, los recursos propios se incrementaron un 8,1 por ciento, mientras que, para los ajenos, el crecimiento de los pasivos a corto plazo fue del 2,4 por ciento frente al descenso de los pasivos no corrientes, que bajaron un uno por ciento. Atendiendo a su origen, la financiación de las entidades de crédito aumentó a corto plazo (3,8 por ciento) y se redujo a largo (-0,7 por ciento), mientras que aumentaron la deuda corriente con empresas de grupo (3,3 por ciento) y los acreedores comerciales (1,3).
En cuanto al rendimiento de la actividad empresarial, se constata una mejora de la rentabilidad económica (5,4 por ciento) y de la financiera (8,7 por ciento) en 2019 (0,2 y 0,9 puntos porcentuales más que el año anterior, respectivamente). Con relación a la rentabilidad económica, se registran rendimientos de la inversión más elevados en la agricultura (6,5 por ciento) y, diferenciando por provincias, en las empresas de Segovia (siete por ciento) y Soria (6,2).
En lo que respecta a la cuenta de pérdidas y ganancias, el resultado de explotación registró una caída del 26,4 por ciento, doce puntos menos que en España, con un mayor impacto en las empresas que facturan más de 10 millones de euros (-31,5 por ciento menos) y en las de servicios no comerciales (41,9 por ciento).
Por su parte, la inversión se incrementó en un 1,1 por ciento (0,9 por ciento en España), destacando el crecimiento para las empresas del sector servicios (2,5 por ciento). Atendiendo a la financiación, se ha registrado un incremento del patrimonio neto del 2,6 por ciento y del pasivo no corriente del 7,1 por ciento, en tanto que el corriente disminuyó un cinco por ciento.
Por último, desde la óptica de la rentabilidad, la empresa de Castilla y León alcanzó una rentabilidad económica del 4,3 por ciento, mientras que la financiera después de impuestos ascendió al 6,2 por ciento, niveles superiores a los obtenidos en el agregado nacional (3,1 y cinco por ciento, respectivamente).